Mirtha Legrand vivió un momento a pura emoción cuando durante la semana pasada recibió una de las distinciones más importantes de su vida y carrera. En plena lucha que se encuentra llevando la educación pública, causa por la cual se solidarizó la Chiqui, fue reconocida con el título de doctorado honoris causa en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
En un evento que estuvo plagado de emoción y a donde Mirtha, además de estar acompañada de su hija Marcela Tinayre y su nieta Juana Viale, también pudo estar con sus bisnietos, este último sábado habló de lo que significó atravesar ese momento.
“Muchas gracias a todos. A la facultad y universidad. No me llamen doctora que me da vergüenza. Fue una ceremonia maravillosa, fue divino. Nunca me imaginé esto. Los estudiantes me aplaudieron cuando llegué y cuando dije mi discurso se sorprendieron porque tenía mis tacos altos“, comenzó expresando Mirtha, o mejor dicho, la Doctora Legrand.
Aunque en pleno evento sumó su característico sentido del humor, durante su programa del sábado reconoció que al llegar a su casa se puso a llorar en soledad y pudo descargar la emoción que significó atravesar por esa situación.
LA EMOCIÓN DE MIRTHA LEGRAND A FLOR DE PIEL
“No olvidaré nunca esta ceremonia. Llegué a mi casa lloré de emoción porque pensé que a mi marido y mi hijo les hubiera gustado verme. Bueno, tengo a mi Marcela querida”, sostuvo Mirtha, quien no quiso perder la oportunidad de agradecer.
Con estos maravillosos regalos que le está dando la vida, a sus 97 años, para Legrand esto es muy importante, y sobre todo trabajar, que es lo que le da mucha más fuerza de querer seguir y levantarse diariamente para hacer lo que tanto ama; estar en TV.
“Muchas gracias a la universidad, a la facultad y a todos”, sentenció la Chiqui, visiblemente conmovida. En cuanto a lo que será su futuro en El Trece, todo indica que a fin de año finalizará su programa y habrá que ver la decisión que se toma, donde tendrá mucho que ver su nieto Nacho Viale.