La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) postergó la entrada en vigencia de la nueva circunscripción territorial que dispone la instalación de una Intendencia de Aduanas en Chancay, creada mediante resolución de superintendencia Nº 000149-2024/SUNAT.
La nueva resolución de superintendencia Nº 000207-2024/SUNAT establece que la fecha de entrada en vigencia para esta nueva circunscripción territorial, creada para facilitar el comercio en el Megapuerto de Chancay, entrará en vigencia a partir del 31 de octubre de 2024.
Anteriormente, la fecha de inicio para esta nueva Intendencia de Aduanas, desagregada de la Indendencia del Callao, había sido determinada para el próximo jueves 24 de octubre. La postergación es de una semana completa.
La postergación de la Intendencia de Aduanas en Chancay obedece a un retraso en la actualización del Reglamento de Organización y Funciones (ROF) de la Administración, según la propia resolución.
“Para una adecuada implementación de la estructura orgánica prevista en la norma modificatoria de la sección segunda del ROF de la Sunat, resulta necesario modificar la fecha de entrada en vigencia establecida”, señala el documento.
Vale precisar que esta reestructuración responde a la necesidad de adaptar la gestión aduanera a las nuevas dinámicas comerciales y logísticas que traerá consigo el megapuerto, operado por la estatal china Cosco Shipping.
La nueva Intendencia de Aduanas de Chancay
La Sunat a implementado una nueva estructura administrativa en respuesta al desarrollo del Megapuerto de Chancay.
Mediante resolución de superintendencia Nº 000149-2024/SUNAT, se ha decidido separar las jurisdicciones de las intendencias de Chancay y Callao, lo que implica una reorganización significativa en la gestión aduanera de estas regiones.
La Intendencia de Aduana de Chancay ahora abarcará varias provincias, incluyendo Pasco, Daniel Alcides Carrión, Cajatambo, Huaral, Oyón, Barranca, y Huaura, además del distrito de Ancón en la provincia de Lima.
Esta nueva delimitación busca optimizar el control y la gestión aduanera en estas áreas, especialmente con la creciente actividad que se espera en el Megapuerto de Chancay.
Por otro lado, la Intendencia de Aduana Marítima del Callao mantendrá su competencia sobre la ciudad de Lima, excluyendo el distrito de Ancón, y se extenderá a otras localidades como Huarochirí, Canta, Yauyos, Cañete, y la provincia Constitucional del Callao, exceptuando las áreas bajo la jurisdicción de la Intendencia de Aduana Aérea y Postal. También se incluye la provincia de Huancayo en su ámbito de acción.
La Sunat busca así mejorar la eficiencia en el control de mercancías y el cumplimiento de las normativas aduaneras en estas regiones clave.
¿Chancay podría ser usado como enclave militar de China?
El Puerto de Chancay, ubicado al norte de Lima, ha generado controversia debido a su impacto en la comunidad local y su potencial implicación en la geopolítica internacional.
Según el medio británico The Telegraph, la construcción de este terminal ha provocado descontento entre los residentes de la ciudad pesquera de Chancay, quienes han visto afectadas sus actividades de pesca debido a las obras. Además, las explosiones realizadas para ganar terreno al mar han causado un caos considerable en la zona.
El proyecto del Puerto de Chancay, liderado por la empresa china Cosco, está diseñado para facilitar el transporte de materias primas desde países de América Latina, como Argentina y Colombia, hacia China.
La instalación de este puerto no solo ha generado preocupaciones locales, sino que también ha sido vista como un movimiento estratégico en el contexto de la creciente influencia de China en América Latina.
The Telegraph advierte que el puerto podría colocar a Perú en una posición delicada en caso de un eventual enfrentamiento militar entre China y Estados Unidos. Además, se considera que el puerto consolida la iniciativa de la Franja y Ruta del gobierno de Xi Jinping en esta región del mundo.
En tanto, el malestar entre los habitantes de Chancay se debe principalmente a la interrupción de sus actividades económicas tradicionales.
La pesca, una de las principales fuentes de sustento para la comunidad, se ha visto reducida por las obras del puerto. Las explosiones y el ruido constante han alterado la vida cotidiana de los residentes, generando un ambiente de incertidumbre y preocupación.
A pesar de las críticas, el proyecto avanza con el objetivo de convertirse en un importante centro logístico para el comercio entre América Latina y Asia. La infraestructura está diseñada para manejar grandes volúmenes de carga, lo que podría transformar la dinámica comercial de la región.
