Es la primera vez que la Universidad de San Martín (UNSAM) está tomada por estudiantes. Cuenta con el apoyo de docentes y no docentes. Es la primera vez que sucede en sus 22 años de historia. Anteayer se votó en una asamblea multitudinaria que debió trasladarse por la lluvia a la carpa de un circo. Descalzos, para cuidar el piso de la carpa, cerraron cantando “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.
Es la primera vez también que desde que se creó en 1992 adhieren a los paros convocados por los gremios docentes y no docentes. “Nunca había habido una asamblea tan masiva. Hay una lógica de trato colectivo de la situación, que incluye a los estudiantes y los gremios universitarios, con un alto grado de adhesión que antes no pasaba”, describió una fuente de esa institución, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires. “En general, las universidades del conurbano no las tomaban”, agregó.
No es la única del conurbano. Otro ejemplo es la Universidad de La Matanza, que luego de algunos enfrentamientos, permanece tomada en rechazo al veto a la ley de financiamiento universitario. Y luego de que en Diputados se blindara el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, las tomas empezaron a multiplicarse a lo largo y ancho de todo el país, con los propios estudiantes como protagonistas.
Los estudiantes desplegaron sus propias agendas con tomas, asambleas, vigilias clases públicas e incluso marchas espontáneas en reclamo al rumbo de la política universitaria del Gobierno. Hoy hay más de 30 universidades tomadas, según el relevamiento de hoy de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Y lo llamativo es que, como sucedió con la (UNSAM), se sumaron instituciones que no suelen adherir a las medidas de fuerza.
“Todas las tomas que tenemos relevadas se desarrollan sin interrupción de clases y con el desarrollo de parciales”, dijo a LA NACION Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la FUA. En medio de un cuatrimestre marcado por los paros, y luego de varias semanas de atraso de parciales, muchas universidades se ocupan de aclarar que las tomas son sin interrupción de clases. Algunas facultades reorganizaron sus cronograma y en muchos casos comenzaron a aplicar la modalidad virtual.
El lunes, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires decidieron trasladar la clase a la calle: tomaron los carriles izquierdos sobre la avenida Córdoba, a la altura del cruce con Junín, y llevaron pupitres y un pizarrón. Se votó también ese día la toma de la Facultad de Ciencias Médicas.
En Derecho, hubo una asamblea autoconvocada en donde reafirmaron que los docentes van a acompañar los reclamos que decidan los estudiantes. También hubo vigilia. Después de la asamblea, estudiantes de FADU y Exactas cortaron avenida Lugones. Lo mismo pasó en la Universidad de Hurlingham, donde trasladaron el reclamo a la calle.
De la Universidad de La Plata permanecen tomadas las facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación, Psicología, Artes y Derecho.
En todo el país
El escenario se replica en diversos puntos del país. Hay tomas en el rectorado de la Universidad de San Luis, como también en la Universidad Nacional de Córdoba, la de Jujuy, la de Salta, la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén o la Universidad Nacional de Patagonia Austal, en Santa Cruz. Es una lista que, de todos modos, se actualiza constantemente. Muchas de las tomas se levantarán esta tarde, para asistir a la marcha de velas hacia la Secretaría de Educación convocada por la FUA, o con el paro anunciado para mañana, el sexto en lo que va del segundo cuatrimestre.
Desde la izquierda, en tanto, hablaban de más de 60 facultades tomadas hasta el lunes y que el número podría crecer hasta 100 y buscan coordinar “el estudiantazo”. “No vamos a parar hasta que los docentes y no docentes cobren lo que corresponde”, afirmó ayer Luca Bonfante, Secretario General del Centro de Estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras. Ellos convocaron a un cacerolazo para hoy a las 18, el mismo horario de la movilización al Palacio Sarmiento, en el pasaje Pizzurno, sede de la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell.
Se suman también los colegios preuniversitarios: el Colegio Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, que dependen de la UBA y también el Colegio Nacional “Rafael Hernández” de la Universidad Nacional de La Plata. También el Lengüitas votó por el pernocte esta noche en el colegio en protesta por el nuevo plan educativo para Educación Media en CABA.
“Hoy martes 15 de octubre, luego de masivas asambleas, el estudiantado del Colegio Nacional de Buenos Aires votó la toma de forma indeterminada del colegio como medida de visibilización apoyando la lucha contra el veto a la ley de financiamiento universitario que ya se está dando a nivel nacional”, informó ayer pasada la medianoche Teo Boruchowicz, presidente del Centro de Estudiantes del CNBA. “El futuro de las universidades también es el nuestro”, afirmaron.
Buscarán continuar con la visibilización del conflicto. Reclaman por el presupuesto para el año que viene y por una actualización salarial para los docentes y no docentes que llevan en lo que va del año una pérdida del 63,5%. Pero no solo con los paros. Para la semana que viene ya anunciaron que no habrá clases ni lunes ni martes. El miércoles harán clases públicas en el Congreso y en todas las universidades del país, una medida que buscan repetir todos los miércoles hasta fin de año.
Entre los rectores, en tanto, hay temor por los grupos autoconvocados e insisten para que las decisiones sean tomadas por los representantes. “Pero es un movimiento que va desde las bases a los representantes”, describió uno de ellos.