Si bien caminar es una opción popular y accesible, existen alternativas de ejercicios más efectivos para quienes superan los 60 años, especialmente para aquellos con problemas de cadera, espalda u otras articulaciones.
Esta actividad no solo mejora la movilidad, sino que también potencia el equilibrio y la coordinación, y contribuye a la salud mental.
El ejercicio con más beneficios a la salud que conviene practicar después de los 60 años y es mejor que caminar
El yoga se posiciona como el ejercicio más beneficioso para quienes tienen más de 60 años, superando incluso a la caminata en términos de salud y bienestar.
Judy S. Schnoebelen, profesora de yoga de 63 años, ha experimentado de primera mano cómo esta disciplina puede transformar el cuerpo y la mente.
Después de años dedicados al running, su espalda comenzó a presentar problemas, lo que la llevó a buscar nuevas formas de actividad física. Desde que incorporó el yoga a su rutina después de los 60 años, ha notado una mejora significativa en su movilidad y en la reducción de tensiones musculares.
Este ejercicio no solo promueve el estiramiento y la flexibilidad, sino que también favorece el equilibrio y la coordinación. La clave está en realizar diversas posturas que trabajen diferentes grupos musculares, permitiendo así tonificar el cuerpo y liberar tensiones que pueden aliviar dolencias comunes en esta etapa de la vida.
Para aquellos que no disfrutan de caminar, el yoga se presenta como una alternativa accesible y efectiva para mantenerse activos después de los 60 años.
Beneficios adicionales del yoga en la tercera edad
Los beneficios mencionados contribuyen a un estilo de vida más saludable y activo, ayudando a enfrentar los desafíos que pueden surgir con la edad. A continuación, algunos de los beneficios más destacados:
- Mejora de la salud mental: La meditación y la atención plena presentes en el yoga ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de calma y bienestar emocional.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: La práctica regular puede fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a combatir enfermedades y mejorar la salud general.
- Prevención de caídas: El trabajo en equilibrio y coordinación que se realiza durante las clases de yoga disminuye el riesgo de caídas, una preocupación común en la tercera edad.
- Alivio del dolor crónico: El yoga puede ser una herramienta efectiva para manejar el dolor asociado con condiciones como la artritis o el dolor lumbar, mejorando la calidad de vida.
- Fomento de la socialización: Participar en clases grupales de yoga puede generar un sentido de comunidad y amistad, combatiendo la soledad y el aislamiento.