El reciente evento “We, Robot” de Tesla, celebrado en California, expuso una verdad inquietante sobre los avances de la compañía de Elon Musk en robótica y vehículos autónomos.
Durante la presentación, Musk mostró su nuevo robot humanoide, Optimus, y el esperado taxi autónomo Cybercab. Sin embargo, la realidad detrás de estas innovaciones no es tan prometedora como se había anticipado. De hecho, se descubrió que los robots no eran completamente autónomos, sino que estaban controlados por humanos a distancia.
Los robots de Elon Musk: del furor a la decepción
El evento fue diseñado para mostrar las capacidades avanzadas de los robots de Tesla y su visión del futuro del transporte. Musk presentó el Cybercab como un vehículo sin volante ni pedales, destinado a revolucionar la movilidad urbana. Este robotaxi, que se espera tenga un precio inferior a 30.000 dólares y esté disponible entre 2026 y 2027, fue acompañado por demostraciones de los robots Optimus realizando tareas como servir bebidas y bailar.
Sin embargo, lo que inicialmente se presentó como un avance tecnológico significativo se vio empañado por la revelación de que muchos de estos actos eran manipulados por operadores humanos. Según informes de la agencia Bloomberg y otros medios, los robots Optimus estaban siendo controlados remotamente por empleados de Tesla durante la demostración.
La revelación que incomoda a Elon Musk
Un momento clave del evento ocurrió cuando un asistente preguntó a uno de los robots si estaba siendo controlado por un humano. El robot respondió: “Hoy estoy siendo asistido por un humano”, lo que dejó claro que su autonomía era limitada. Este tipo de intervención humana plantea serias dudas sobre las afirmaciones de Musk respecto a la capacidad real de estos robots para operar independientemente.
Los asistentes al evento expresaron su escepticismo ante las afirmaciones de Elon Musk sobre la autonomía de sus productos. Las interacciones más complejas entre los robots y el público fueron supervisadas por empleados desde una distancia segura, lo que llevó a algunos a calificar la presentación como una “gran estafa”.
El impacto en el mercado y la percepción pública
La revelación sobre el control humano detrás de las demostraciones tuvo un impacto inmediato en el mercado. Las acciones de Tesla cayeron un 8% tras el evento, reflejando la creciente preocupación entre los inversores sobre la viabilidad y el futuro de los productos presentados. Además, la falta de transparencia acerca del verdadero nivel de autonomía de los robots suscitó críticas tanto en redes sociales como entre analistas del sector.
Musk promueve a Optimus como un producto capaz de realizar tareas cotidianas, desde cuidar niños hasta pasear perros. Se espera que salga a la venta antes de 2026 a un precio estimado entre los u$s 20.000 y los u$s 30.000.
Sin embargo, esta última demostración siembra dudas no solo sobre la capacidad tecnológica actual del robot, sino también sobre las proyecciones futuras de Musk.