El Plateado, un corregimiento ubicado en la zona rural de Argelia, Cauca, se convirtió en el epicentro de un conflicto por el control territorial en el Cañón de Micay.
Este lugar, estratégico para el narcotráfico, ha sido objeto de la operación militar Perseo, lanzada el 12 de octubre por orden del presidente Gustavo Petro, con el objetivo de expulsar a las disidencias armadas que dominan la región.
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Según informes, cerca de 1.400 efectivos de fuerzas especiales fueron desplegados para recuperar el control de esta área clave para el país.
Durante casi dos décadas, el cañón de Micay ha estado bajo el dominio de grupos ilegales. Inicialmente, el frente sexto de las Farc controlaba la región, pero actualmente es la columna Carlos Patiño, una disidencia del Estado Mayor Central, la que ejerce el poder. Este grupo, liderado por alias Iván Mordisco, mantiene su influencia debido a la importancia económica de la zona, principalmente por los cultivos de coca.
El departamento del Cauca, donde se encuentra el cañón de Micay, es un área crítica para el narcotráfico. En los municipios de Argelia y El Tambo, se estima que hay alrededor de 16.000 hectáreas de cultivos de coca. Según declaraciones de Pedro Alarcón, líder social del Cauca, la economía local depende en un 90% de estos cultivos, generando ingresos significativos para los grupos ilegales que controlan la región.
La operación Perseo no solo busca el control militar, sino también establecer una presencia institucional permanente en el área. El domingo 13 de octubre, varios ministros y la cúpula militar visitaron la zona para asegurar que la intervención incluirá programas sociales que promuevan la institucionalidad y el desarrollo local.
Para las disidencias, el cañón de Micay representa una fuente considerable de ingresos debido al narcotráfico y las conexiones con carteles internacionales. Un soldado involucrado en el operativo comentó que el control de esta región es crucial para las finanzas de los grupos armados ilegales.
“Para las disidencias, esta es una zona estratégica, que les da mucho dinero por el narcotráfico y por las conexiones que tienen con carteles internacionales”, indicó uno de los militares a la revista Cambio.
La importancia de El Plateado y el cañón de Micay en el contexto del conflicto colombiano radica en su papel como corredor estratégico para el tráfico de cocaína. Según las autoridades, por este cañón se transportan entre 3.000 y 6.000 kilos de cocaína mensuales, lo que representa un flujo económico de entre 10.000 y 15.000 millones de pesos semanales, solo en impuestos ilegales.