Las tortugas necesitan de una serie de recaudos para que gocen de bienestar a lo largo de su vida. Es importante remarcar que, para tener una como mascota, se debe obtener el permiso correspondiente de las autoridades competentes, ya que son especies vulnerables o están peligro de extinción. Un detalle a tener en cuenta es la longevidad de estos animales, que se diferencian mucho de los canes y felinos, otro dato que es importante saber antes de tomar la decisión de tener una.
Estos reptiles viven hace millones de años y en la actualidad existen 313 especies distintas. No todas son adecuadas para adoptar en un hogar e, incluso, muchos ejemplares están protegidos por su peligro de extinción. Pero las más recomendables para adoptar son las más fáciles de mantener: la tortuga pintada y de orejas rojas, ambas de agua, y la egipcia y mediterránea, terrestres.
Antes de tomar la decisión de elegir la especie, es imprescindible consultar con un veterinario para saber más sobre el animal y sus cuidados, y empaparse de herramientas para alimentarlo, cuidarlo y saber cómo actuar en ciertas ocasiones. En general, las más elegidas son las tortugas de tierra, las cuales necesitan bastante espacio para explorar, aunque sean pequeñas y lentas. Lo ideal es tener un lugar con tierra para que puedan escalar, excavar y calentarse.
En este contexto, muchas personas se preguntan cuánto viven las tortugas, pero la pregunta se responde según qué tipo sean y su tamaño. Según el sitio especializado Zooplus, una tortuga pequeña terrestre puede llegar a vivir 70 años, mientras que una mediana puede llegar a los 120 años. Por el lado de las tortugas acuáticas, también son longevas, aunque las pequeñas llegan a 25 años y las más grandes a los 40.
Estos animales suelen ser solitarios y no necesitan compañía. Se alimentan de hierbas silvestres, frutas y verduras. Lo ideal es que coman verduras y frutas, aunque también es bueno darles cáscaras de huevo para que se nutran del suficiente calcio.
Gracias a su metabolismo lento es que estos animales son longevos. Su ritmo metabólico reduce la velocidad de envejecimiento y de enfermedades, lo que supera ampliamente a otras especies.
Cabe destacar que la persona que decida adoptar una tortuga terrestre, debe asegurarse de hacerlo en una protectora de animales o criaderos domésticos de confianza, ya que la venta ilegal de estos animales contribuyen significativamente en la disminución de sus poblaciones naturales. Como se tratan de animales longevos, una gran opción es buscar una que ya tenga algunos años porque esto ayudará a saber cuál es su sexo y, en consecuencia, cómo es su comportamiento.
Lo mejor, en cualquier caso, es asesorarse con un veterinario de confianza que esté especializado en este tipo de animales, ya que podrá proveer de buena información a la persona antes tenerlo.