Un nicaragüense que actualmente reside en Garland, Texas, relató cómo fue estafado mientras intentaba regularizar su estatus migratorio en Estados Unidos. Tras encontrar una oferta en redes sociales que prometía ayudarlo a conseguir asilo y un permiso de trabajo, Fernando Conrado decidió seguir adelante con el proceso. La promesa incluía un trámite que, según quienes lo ofrecían, simplificaría los pasos legales para obtener sus papeles. Como miles de personas que buscan legalizar su situación, el hombre vio en esa oferta una solución rápida y accesible a su problema.
Sin embargo, la historia tomó un giro distinto al esperado. Fernando relató a Univision cómo entregó 3.000 dólares en una taquería de Texas a una persona que lo citó allí y se hizo pasar por abogado. A pesar de la desconfianza que le generaba la situación, decidió seguir las indicaciones del supuesto especialista.
Estafa migratoria en Estados Unidos
Las semanas pasaron y Fernando esperó pacientemente que comenzara el trámite de migración. Pero, tras un año sin novedades sobre su caso, la realidad se impuso: había sido víctima de una estafa y su dinero había desaparecido.
El propio Conrado narró el desconcierto que sintió al intentar obtener información sobre el estado de su solicitud. “Ellos me decían que no podían iniciar el proceso hasta que tuviera un pago”, contó en una entrevista. “Al año, quise ver cómo estaba mi caso. Ya no me salía nada, no me contestaban el teléfono y las páginas de Facebook que miré ya no existían”, agregó.
Tras darse cuenta de que había sido engañado, Fernando intentó buscar ayuda legal real, recurriendo a consultas gratuitas. Sin embargo, ya era tarde. La persona que le había prometido resolver su situación había desaparecido, junto con el dinero que había entregado en la taquería. Sin recursos ni documentos, se enfrenta ahora a una situación incierta, como tantos otros migrantes en situaciones similares.
Cómo evitar estafas durante los trámites de migración en Estados Unidos
El caso de Fernando Conrado no es único. Estafas como la que sufrió son comunes, especialmente entre migrantes que desconocen los complejos procesos legales en Estados Unidos. Es por eso que desde la Comisión Federal de Comercio del país norteamericano lanzaron una guía para reconocer este tipo de delitos, que muchas veces se realizan de forma virtual.
“Los estafadores saben que el proceso de inmigración es complicado. Por eso utilizan la confusión que esto provoca para intentar aprovecharse de las personas que buscan ayuda”, aseguran y detallan algunos de los ejemplos más frecuentes.
Es importante saber que, en los Estados Unidos, solo un abogado de inmigración o alguien autorizado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) puede brindarle asesoramiento sobre inmigración a las personas. Los estafadores intentan confundir a los inmigrantes llamándose a sí mismos notario, notario público, contador o consultor. En los países latinoamericanos, estas palabras significan que el individuo es abogado o tiene formación jurídica, pero eso no es cierto en esta jurisdicción.
“Solo los abogados y las personas acreditadas por el Departamento de Justicia de los EE. UU. que trabajan para una organización reconocida pueden brindarle asesoramiento legal. Cualquier otra persona simplemente está tomando su dinero”, aseguran las autoridades e invitan a revisar su página web donde detallan quienes son las personas acreditadas y las organizaciones reconocidas para llevar adelante la asesoría.