MADRID.- Victoria Villarruel aprovecha su primer viaje oficial en España para delinear su estilo y darle su impronta personal a la gira. Después de los desencuentros que mantuvo con el Gobierno de Pedro Sánchez, la vicepresidenta también apeló al juego de las diferencias con Javier Milei durante su salida de Argentina. Sin gritos ni discusiones mediáticas, sin participar de actos partidarios, Villarruel siempre se movió, desde que desembarcó el lunes en España, en los protocolos de los actos oficiales con bajo perfil.
Villarruel, que estará hasta el domingo en Madrid, viajó con cuatro acompañantes, entre personal de seguridad, ceremonial y su secretaria privada. El viaje se programó sobre la invitación para participar de la Conferencia Internacional de la ONU sobre Terrorismo, un evento del que ya había participado en Nueva York antes de ser funcionaria, como presidenta del Centro de Estudios Legales sobre Terrorismo y sus Víctimas en Argentina, que defiende el accionar de militares durante la última dictadura.
Por la temática, desde su entorno entendieron que era el evento indicado para realizar su primera gira. Después se gestionó una reunión con el Papa Francisco en El Vaticano (que será el lunespróximo) y otras actividades en Madrid.
Pero más allá de la comitiva que viajó desde Buenos Aires, Roberto Bosch, el embajador en Madrid, la acompañó a todos los actos oficiales. Son viejos conocidos porque como Villarruel, la familia del diplomático también tiene antepasados en las Fuerzas Armadas, pudo reconstruir LA NACION de fuentes en España. A diferencia de Milei, que se alojó en el lujoso hotel Hyatt, Villarruel eligió pasar su estadía en la residencia del embajador, que cuenta con una suite presidencial que ya utilizaron, entre otros, Mauricio Macri y Alberto Fernández en visitas oficiales.
El juego de las diferencias con Milei también incluye su relación con la prensa. Hasta ahora la vicepresidenta no dio notas a medios locales ni argentinos. El bajo perfil que predican desde su equipo se mantiene -remarcan- también cuando salga del país. Algunos periodistas la esperaron durante la reunión que mantuvo con el secretario General Iberoamericano, el chileno Andrés Allamand, pero no consiguieron romper el protocolo ni siquiera para que acceda a una foto, indicaron fuentes oficiales.
Su agenda, a cargo de la Embajada Argentina, se maneja con bastante recelo. Como cuando ayer canceló a último momento un evento programado en el Palacio de Liria para improvisar una visita a productores agrícolas argentinos que participaban de la “Fruit Attraction”, una importante feria internacional de frutas y hortalizas que se realizó en las afueras de la ciudad.
Pero más allá de las formas, sus encuentros con dirigentes españoles también trazan una línea que la diferencia de Milei. Apenas aterrizada, Villarruel se reunió con Alberto Nuñez-Feijoo, el presidente del Partido Popular (PP). Milei, en cambio, privilegió su vínculo con VOX, el partido de ultraderecha que compite justamente por esa franja electoral con el PP. Y cuando tuvo que elegir un encuentro con una dirigente de esa fuerza pólítica no se reunió con el presidente del partido, sino con la alcaldesa de Madrid, María Isabel Díaz-Ayuso, que pertenece al ala de ultraderecha de esa agrupación.
La primera visita de Milei a España, en mayo pasado, desató una crisis inédita. España decidió retirar a la embajadora María Jesús Alonso Jiménez de Buenos Aires después de que el presidente llamara “ladrona” a la mujer de Sánchez durante un acto partidario de VOX. A pesar de los esfuerzos diplomáticos realizados por ambas partes en los últimos meses, las diferencias todavía no se pudieron solucionar.
Villarruel también aprovechó para hacer política en su intervención en la conferencia de la ONU: “Mientras estamos aquí reunidos, decenas de terroristas de ETA se benefician de la reducción de sus penas gracias a acuerdos políticos”, soltó para atacar al gobierno de Sánchez. La vicepresidenta hizo referencia al tema más polémico en España por estos días: el Congreso aprobó una reforma legal que convalida las penas de presos que hayan cumplido condenas fuera de España, un cambio que permitirá que detenidos del grupo terrorista ETA descuenten años de prisión cumplidos en Francia y, en la práctica, agilizará la salida de la cárcel de muchos.
Después, Villarruel volvió sobre el tema: “Todos los presentes compartimos algo en común: no son solo víctimas del terrorismo de una nación, sino víctimas del terrorismo en general”, dijo. “Siempre hay un interés político detrás de cada atentado terrorista y es fundamental reconocer que hay grupos de poder y políticos que justifican el terrorismo”, una cita ambigua sobre uno de los temas que ella elige como prioritario para su agenda en Argentina.
Antes de terminar el congreso de la ONU, Villarruel aprovechó para conversar sonriente con el Rey Felipe VI, un encuentro que, a pesar de haber visitado dos veces España, Milei todavía no pudo concretar.