Tomando como ejemplo la “Nueva Institucionalidad”, un movimiento que surge a finales de la década de los sesenta del planteo de artistas como Daniel Buren o Hans Haacke y en el que se debatían las condiciones físicas, así como de las estructuras socioeconómicas en las que se basan las organizaciones culturales que evaluaban los proyectos. Hoy los consultores de asuntos públicos, debemos plantearnos, como lo hizo en su momento el universo artístico una revisión de nuestro rol.

Cuál es la manera que estamos interpretando, no solo la tarea de las empresas a las cuales nos toca asesorar y no pocas veces representar, sino también a la aceptación del mensaje social que sufre cambios aceleradamente, el cual muchas veces está asociado a un análisis crítico hacia el modo de proceder de las organizaciones tanto privadas como estatales.

Reconsiderar cuál es su función empresaria dentro de la sociedad, más allá de lo pre establecido, como generar empleo y riqueza, y en su capacidad para contribuir al desarrollo social y económico de las comunidades en las que opera.

Los consultores debemos estar listos no solo para tratar de mejorar el limitado discurso acerca de las acciones de las organizaciones, sino también todo el marco institucional que las acompaña, un marco que el campo de la sociedad que en más de una oportunidad posee una actitud paternalista y un vínculo con cierta audiencia privilegiada.

Hoy el mundo y especialmente nuestro país se enfrenta a grandes desafíos que necesariamente debemos abordar. El desarrollo tecnológico encierra beneficios y perjuicios. ¿Cuál es nuestra actitud sobre estos últimos? El salto del subdesarrollo a ser competitivos y construir un país más inclusivo en el marco del siglo XXI es traumático, se han generado grandes tensiones, que por ahora no han derivado en diálogos de consensos, todo lo contrario se endurecieron las posiciones y comenzamos a ver signos de violencia, un peligro para un futuro que se presenta promisorio y puede ser la última oportunidad.

Muchas instituciones del tercer sector son foros públicos, espacios de cuidados donde se generan posiciones controversiales, como por ejemplo el uso de los recursos naturales, los pasivos ambientales, derechos ancestrales, la vulnerabilidad de los datos personales, la salud, la educación entre tantas otras demandas.

La pregunta es, si como mediadores nos damos cuenta, que el nexo común es la nueva concepción de los públicos, que dejan de ser usuarios desconocidos y pasan a entenderse como un colectivo de sujetos variados que intervienen en la vida de las organizaciones y la definen a partir de sus propios intereses y necesidades.

De ninguna manera creo que seamos quienes para darle solución a todos estos temas, pero si estoy seguro que podemos contribuir en algunos casos a mediar y tratar que las partes vean que llegar a un entendimiento es posible para lograr el bien común para ambas posiciones.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.