Victoria Vanucci rompió la paz del domingo 6 de octubre con un video disruptivo que llamó mucho la atención entre sus seguidores. Con la cara desencajada por un gesto de desesperación mientras se la embadurnaba con chocolate derretido, Vanucci pidió ayuda y preocupó a su comunidad.

Sin embargo, quienes siguen a la chef en Instagram pronto se dieron cuenta de que todo se trataba de un momento de catarsis y risa. ¿El motivo del desborde? Indiana, la hija mayor de Victoria, que ya no es una nena y le plantea nuevas urgencias y desafíos para los que no se siente preparada.

“Mi hija es preadolescente. Y si alguien tiene un consejo, por favor pasen, porque necesito ayuda”, escribió la cocinera. “Indiana, Indianita, bien que lo comés”, le dice luego a su hija, a quien se la oye de fondo quejarse ante su mamá.

“¿Qué querés? ¿Qué querés hacerme? Ay, no sabés qué rico… Mirá”, avanza la ex tenista, al tiempo que se enchastra el rostro con el chocolate y remata: “Me estoy haciendo una máscara de chocolate”. “Psiquiatra urgente”; “¿Qué le pasa a esta señora, por dios?”, “¿Qué le pasa, pobre?”, fueron algunos de los comentarios que le dejaron.

LA ESPECIAL EDUCACIÓN DE LOS HIJOS DE VICTORIA VANUCCI

Meses atrás, Victoria Vanucci mostró las caras de sus hijos Napoleón e Indiana y contó un detalle peculiar de la educación de sus hijos, que no van al colegio. En cambio, ella es la encargada de darles clases en su casa de Utah, Estados Unidos, de la mano de su ex marido, Matías Garfunkel.

“Aunque piensen que esta cara no puedo, yo les doy clases. Lo más difícil se los enseña el padre, y yo me encargo de los trabajos prácticos”, señaló Vanucci, y explicó que sus hijos “se matan de la risa” y que nada es tan distinto como en una escuela “normal”: “Tienen sus recreos y su vida social. Tenemos una estructura armada y la pasan bomba”.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.