El expresidente Álvaro Uribe Vélez criticó el acto de intercambio de sombreros entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
Uribe publicó en su red social su descontento con la ceremonia realizada el 3 de octubre, afirmando que “la paz no es un juego ni un teatro de compadres”.
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Durante el evento, Petro propuso a Mancuso establecer una mesa para concluir el proceso de paz iniciado por Uribe con los paramilitares, enfatizando la necesidad de un enfoque en la verdad y la reparación para las víctimas. Mancuso pidió perdón por los crímenes cometidos, un gesto que ha sido recibido con escepticismo.
La controversia se intensificó cuando Petro defendió su encuentro con Mancuso en su cuenta de X, argumentando que el diálogo entre víctimas y victimarios no es un “teatro de compadres”, alegando que “teatro de compadres es cuando se encuentran solo los victimarios y a escondidas”.
Álvaro Uribe Vélez respondió a la defensa de Gustavo Petro afirmando: “Presidente Petro: Ponga cuidado a sus palabras porque cuando usted se encontraba a escondidas con paramilitares, o en tiempo reciente, sus enviados con otros criminales, puede interpretarse como encuentros de victimarios. Agradezca que la seguridad de los gobiernos que presidí le evitaron en aquella época seguir en esos encuentros clandestinos e ilegales. No tenía necesidad de repetirlos a través de enviados”.
Además, el anuncio de designar a Mancuso como gestor de paz ha sido objeto de debate, con la Procuraduría General de la Nación indicando que esta decisión no debe afectar los compromisos con las víctimas en el marco de la jurisdicción de Justicia y Paz.
La presencia de Mancuso en la ceremonia
Salvatore Mancuso, exlíder paramilitar, participó junto al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en un evento de entrega de 11.000 hectáreas de tierras para la restitución en el coliseo Miguel “Happy” Lora de Montería, Córdoba. Este acto marcó el primer encuentro entre Petro y Mancuso desde que este último fue liberado de prisión.
Durante el evento, Mancuso y Carlos Mario Jiménez, otro exjefe paramilitar, ofrecieron disculpas por su participación en el conflicto armado y los daños causados a la población campesina de Córdoba. Mancuso expresó su compromiso con la reparación, la paz y la reconciliación, comprometiéndose a dedicar sus esfuerzos a estas causas.
La presencia de Mancuso en Córdoba generó preguntas, ya que tras su salida de la cárcel de La Picota el 10 de julio, se le había prohibido desplazarse a ciertas regiones del país, incluyendo varios departamentos de la costa Atlántica.
Sin embargo, se le permitió asistir a este evento en Montería debido a una orden de la Sala de Justicia y Paz de Barranquilla, que le autorizó el desplazamiento para pedir perdón a las víctimas del conflicto en la zona.
El presidente Petro propuso reactivar la mesa de paz con Mancuso y otros exlíderes paramilitares como Carlos Mario Jiménez ‘Macaco’ y ‘Jorge 40′, sugiriendo que el proceso de paz con el expresidente Álvaro Uribe se complete sin traiciones ni miedo a la verdad.
La Corte Constitucional de Colombia había notificado recientemente que la jurisdicción de Justicia y Paz tendría competencia exclusiva sobre los procesos de Mancuso, tras resolver un conflicto de competencia con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Esta decisión reafirma que los casos contra Mancuso seguirán bajo la jurisdicción de Justicia y Paz, que ha manejado sus procesos durante años.
Durante una entrevista en La W el 4 de octubre, Mancuso destacó la importancia de compartir este conocimiento con las víctimas para acelerar la resolución de los problemas que afectan la paz en el país.
En el contexto de las negociaciones de paz que el presidente Gustavo Petro está impulsando con las AUC, Mancuso mencionó que figuras como Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y Rodrigo Tovar Pupo, junto con otros comandantes de bloques de autodefensas, podrían participar en las conversaciones. Este grupo estaría compuesto por entre 15 y 18 comandantes, según lo informado en la entrevista.
Mancuso también abordó el tema del narcotráfico, señalando que muchas organizaciones criminales en Colombia dependen de este y otras economías ilegales.
Criticó el enfoque actual de erradicación de cultivos ilícitos, afirmando que está diseñado para perpetuar la existencia de estos cultivos y el narcotráfico. Sin embargo, expresó que es posible eliminar los cultivos ilícitos en un plazo de dos años si se modifica la estrategia actual.