Pamela David se animó a ventilar al aire una intimidad impensada de su marido, el empresario Daniel Vila, y sorprendió a todos sus compañeros de Desayuno Americano, el programa de las mañanas de América TV. “Él es de esos”, deslizó la conductora, en tono muy pícaro.

Todo empezó cuando la conductora presentó un recorte del programa radial Sarasa (La 100 FM), en el que Mariano Peluffo habló de “la ropa en situación de silla” y abrió un debate en su equipo radial y en todas las redes sociales. Sumándose al debate, Pamela David sentenció: “Yo no me banco la ropa en situación de silla. Necesito tener todo definido. O está para lavar o está para usar”.

En ese momento, la panelista Natalie Weber indagó más en la privacidad de la conductora y le preguntó: “¿Y Daniel? ¿Él se saca la ropa que no manda a lavar y la dobla y la cuelga? ¡No te creo!”. Contundente, Pamela dejó sin palabras a sus compañeros al admitir lo que pasa en su casa.

“Sí, él es de esos, porque yo aprendí también que ese orden te ordena lo demás. El de tu cuarto sobre todo. Yo tengo que tener todo ordenado, y lo que está sucio, lo mando al lavadero ¿cómo va a haber algo dando vueltas? ¡Es un horror! Yo nunca tiraría una remera al piso”, afirmó.

Pamela David y Daniel Vila son pareja hace más de 15 años. Tienen una hija en común, Lola, de 11 años, que ya debutó cómo modelo en la agencia de Anamá Ferreyra, y viven entre Buenos Aires y Mendoza, donde Vila tiene una casa mirando a Los Andes. ¡Qué placer!

Hace más de tres años que quería comenzar a formarse, pero como las clases son los sábados y nosotros viajamos todos los fines de semana a Mendoza se hacía muy difícil que pudiera cursar. El año pasado ya no pude seguir pateando el tema, por lo que muchas veces me quedo en Buenos Aires con ella y la acompaño”, contó David sobre la nueva “profesión” de su hija.

Pamela David reveló cuál es su defecto más grande en la intimidad: “Maniática”

En la escuela de modelos a la que yo iba en Santiago del Estero donde nos enseñaban a caminar, a posar para gráfica, a maquillarnos, y también nos daban clases de ceremonial y protocolo. Me cuesta ponerme en sus zapatos porque a ella le apasiona, en cambio cuando comencé no me gustaba tanto, iba porque mi hermana era la modelo y yo seguía sus pasos. Luego, lo veía como una salida laboral más que una pasión. Ella hace su propio camino y mientras vea que disfrute voy a estar feliz de acompañarla. Mi mejor consejo es que pruebe y se divierta”, terminó.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.