La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en Santiago del Estero al 1039, es conocida por su fuerte impronta política, y aunque en varios establecimientos pertenecientes a la Universidad de Buenos Aires es normal encontrar carteles colgando de techos, ventanas y columnas, el escenario hoy se multiplica, y exponen los problemas que impulsó el enfrentamiento del sector con el Gobierno.

“Arriba el presupuesto y jubilaciones. Abajo el veto”. “El plan de lucha contra el ajuste de Milei”. “Vamos por mayor financiamiento universitario”. “Vení a marchar con nosotros. La UES”. “No docentes en defensa de la universidad pública”. Estos son algunos de los principales carteles que reciben a los estudiantes de esta dependencia de la UBA. Y siempre: “Sin salarios no hay universidad”.

Hay poco movimiento de alumnos, porque las clases se están llevando a cabo. Para hablar con el centro de estudiantes, La 15, que aúna distintos partidos con tendencia camporista, peronista y kirchnerista, hay que pedir autorización.

Los consultados se presentan todos sin apellido. Caro y Manu, por ejemplo, militan en el Partido Obrero, que, como en todos estos establecimientos, tienen una mesa desplegada en el pasillo. También, Nacho, de la agrupación Ya Basta, de izquierda, en un escritorio a la entrada de la facultad. Todos comentaron que, entre los preparativos que están llevando a cabo, esta noche habrá vigilia para preparar la marcha.

La estrategia de los centros de estudiantes para que los alumnos se sumen mañana a la marcha universitaria

La idea es salir desde esta sede entre las 13 y 14 en distintos grupos y bajo distintas banderas. Todos cuentan, también, que un paso clave es la intervención en las clases para incentivar al alumnado a participar de la marcha de mañana.

“Hoy hay vigilia. Nosotros pasamos por los cursos, comentamos la situación universitaria y convocamos a que participen. Venimos alertando de esto desde principio de año, de que no hay que quedarnos en los cabales, sino que hay que avanzar en el proceso de lucha”, dijeron del P.O.

También contaron que ayer hicieron una asamblea para establecer cómo seguir tras el miércoles, y decidieron, por ahora, otra convocatoria de asamblea dentro de dos semanas.

Las facultades públicas del país se preparan para encarar la marcha federal por la educación pública que se hará mañana. La movilización, que busca repetir la masividad del 23 de abril, movimiento que la precede y que, se calcula, reunió a más de 400.000 personas, tiene dos ejes principales como bandera: el reclamo de salarios dignos para el personal docente y no docente, y el pedido de que el Congreso no avale el veto a la Ley de Financiamiento aprobado el viernes 13 de septiembre, y que el presidente, Javier Milei, ya aseguró que sucederá.

Uno de los principales reclamos es por los sueldos tanto de trabajadores docentes como no docentes

Esta jornada encuentra a los principales establecimientos, que incluyen universidades y colegios preuniversitarios, cursando clases de forma normal, pero a la espera de que mañana la calles que rodean la Plaza de Mayo y el Congreso de la Nación espejen el descontento social que representa el recorte presupuestario para la educación superior estatal.

Aunque la facultad está públicamente politizada, agregaron que, después de la marcha Federal de abril el movimiento estudiantil se redujo, en parte porque algunos sectores aceptaron aumentos salariales que les ofrecían, mientras otros, como ahora, continúan pidiendo paritarias.

Por su parte, Nacho, de Ya Basta, remarcó que en la asamblea de ayer el voto por la vigilia de esta noche fue unánime. Habla mientras posiciona un cartel vertical que dice: “Rechazamos el veto de Milei a la Ley de Financiamiento y nos declaramos en estado de alerta en defensa de la universidad pública”.

Carteles en la fachada de la facultad de Ciencias Sociales

Aunque hoy todo parece tranquilo, agregó que el mayor movimiento se dio la semana pasada con jornadas de visibilización de los gremios docentes, por ejemplo, clases públicas. Ellos quieren marchar mañana en una columna independiente, porque, más allá de la coincidencia del pedido en general, financiamiento y salario, considera que algunos sectores, como autoridades de la facultad “pasan el ajuste”.

El camino, para los chicos más politizados de esta dependencia, “está en las calles”. Mañana sí va a notarse la diferencia con un día de clases normal, ya que no va a haber actividades y sí una concentración que va a partir desde esta sede hacia el Congreso. Aunque no aseguró que el cese de actividades sea total, ya que “las autoridades garantiza que sea un día de movilización” o no.

Afuera, de cara al patio lateral, flamean banderas negras sobre la fachada, colgadas del segundo piso, que en letras blancas aseguran que “Sin salarios dignos, la UBA no funciona”.

Otro panorama

El panorama es muy diferente en la Facultad de Derecho, sobre la avenida Figueroa Alcorta. La diferencia es “estética”, si se quiere, y, pese a que hoy la rige un centro de estudiantes que reúne a la Nuevo Derecho con Franja Morada, lo que la posiciona ideológicamente lejos de Sociales, el reconocimiento de que son necesarias la Ley próxima a vetarse y las paritarias se mantiene en ambos claustros.

Hay pocos carteles políticos; ese es el principal punto de “desencuentro”. Antes, contaron algunos estudiantes, se veían más afiches, pero se “reglamentó” hace un tiempo en dónde pueden pegarse y en dónde no. Aunque se supone que en las escaleras está permitido, también se ve poco. “Si hay veto, hay mucha”, dice uno. Otro, de la FUBA, convoca a la marcha y anuncia horarios: quienes asistan a la facultad saldrán a las 14 para Plaza Houssay. También pueden ir directo a las 17 al Congreso.

Un cartel en un pasillo de la Facultad de Derecho de la UBA

Perdido en un rincón, un cartel violeta de la AGD UBA (Asociación Gremial Docente) despliega dos impresiones en donde cuentan el contexto de la movilización de mañana, y la pérdida del poder adquisitivo de docentes, con una licitación del 85% de sus ingresos, y no docentes, del 60%: “Hoy un auxiliar docente, frente a comisiones de 50 o 100 estudiantes, cobra un salario de bolsillo de $120.000″, agrega.

Los alumnos cuentan que mañana no tienen clases, pero Daniel Bitchik, secretario general de la Nuevo Derecho, contó que eso siempre depende de la adhesión de los profesores a cargo del curso.

El conflicto universitario tiene su foco principal en la pelea por el presupuesto

Por un pasillo, también perdido, otro cartel, en este caso del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) pide por el presupuesto, las jubilaciones y Aerolíneas Argentinas, tres de las principales causas políticas y económicas que en estos meses movilizando a la sociedad.

En algunas aulas vacías quedan sobre los bancos, que parecen pupitres de iglesias, panfletos sueltos. Son los que en el centro de estudiantes mostraron que están repartiendo durante el día como anuncio de la jornada del miércoles. Bitchik dijo, de hecho, que la principal preparación radica en eso: pasar por las aulas, contar de qué va la movida, invitar a marchar y repartir panfletos.

La Facultad de Derecho es laberíntica por dentro. Un corredor con ventanas internas que dan al gimnasio, lo único que la equipara a otras sedes en estos días de conmoción política y social, es el mismo cartel negro que, en otros casos, como Medicina o Economía, cuelga de la fachada, es decir, ese que asegura que sin salarios dignos la UBA no funciona.

Un cartel convoca a la marcha de mañana

Mientras que esto pasa dentro de las altas casas de estudio, el ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, envió un comunicado en el que, además de negar que haya salarios por debajo de la línea de pobreza, sostiene: “El Ministerio rechaza enfáticamente que las recientes manifestaciones y paros respondan a una verdadera necesidad de financiamiento educativo. La marcha es política y no refleja un desfinanciamiento de la universidad ni un perjuicio hacia los estudiantes. Se ha transferido todo en tiempo récord, priorizando siempre la mejora del sistema educativo. Es fundamental que la ciudadanía entienda que los paros responden a decisiones políticas y no a un genuino déficit de recursos. La educación de miles de estudiantes se ve interrumpida por esta decisiónpolítica, sin motivos justificados”.

Jorge Anró, secretario adjunto de Fatun, respondió: “Es mentira que en el sector no haya trabajadores en situación de pobreza, hay docentes y no docentes que no llegan a los $500.000 por mes, aproximadamente el 50% de los no docentes universitarios están por debajo de la línea de pobreza”, y volvió a invitar a qué mañana “la ciudadanía colme las plazas de todo el país en defensa de la universidad pública “.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.