Durante su intervención en la plenaria del Senado de la República, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, defendió el martes 1 de octubre la posición del Gobierno del presidente de la República, Gustavo Petro, acerca del conflicto social en Venezuela ocasionado por las elecciones del 28 de julio: en las que el régimen de Nicolás Maduro se proclamó vencedor de las mismas sin mostrar, hasta el momento, la evidencia de su supuesto triunfo ante Edmundo González.
Murillo fue enfático en expresar que no se reconocerá un nuevo mandato del dictador que manda en el país vecino, hasta tanto no se conozca, de manera discriminada, las actas de los puestos de votación. “Hay dudas, serias dudas, de legitimidad y legalidad que se tienen que disipar”, afirmó de entrada el canciller, que fue cuidadoso en los términos utilizados en frente de los congresistas; aunque fue en la misma línea de lo que había indicado el propio Petro.
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Fue entonces cuando reiteró la postura que tiene el Ejecutivo colombiano frente a lo acontecido hace dos meses y tres días al otro lado de la frontera. “El presidente Petro ha sido muy claro, no vamos a reconocer los resultados hasta tanto se disipen esas dudas, lo cual no se ha hecho”, agregó en su declaración el ministro de Relaciones Exteriores, que fue el que lideró, a juzgar sin mayor éxito, las negociaciones para intentar persuadir al jefe del régimen, junto al Gobierno de Brasil.
¿Cuál es la postura de Gustavo Petro con respecto a la crisis en Venezuela?
Es válido destacar que durante su visita a Nueva York (Estados Unidos), en la que atendió a CNN, el primer mandatario se pronunció por primera vez y de forma clara sobre lo que acontece en Venezuela. Y, tal como lo reiteró el canciller Murillo, no reconocerá como presidente de Venezuela para el periodo 2025-2031 si no hay forma de comprobar, con vigilancia internacional, que en efecto Maduro fue el legítimo ganador de los comicios; algo que no sucedería.
“Si no hay presentación de actas, no hay reconocimiento”, indicó el jefe de Estado, que acto seguido explicó cuál es la situación que se registra por cuenta de esta controvertida jornada electoral. Un contexto en su concepto difícil, pues, por un lado, está el régimen que ha regido los destinos del país durante el último cuarto de siglo, versus sectores contrarios a los que se les ha negado los espacios de participación; así, de su boca, no salga ningún reproche ante la represión.
Para Petro, es claro que esta es una situación compleja, pues cada uno de los actores políticos involucrados en este asunto tiene sus propios intereses. “Estamos entrampados en lo que sigue porque tienes una oposición que se siente Gobierno, pero no está en el Gobierno, y un Gobierno que no dejó ver las actas no puede legitimar las elecciones, por tanto, pero que está en el Gobierno. Dos posiciones que están absolutamente polarizadas y distanciadas”, afirmó.
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