Es común inscribirse en el gimnasio, arrancar con energía durante la primera semana y luego, progresivamente, comenzar a faltar hasta finalmente abandonar. Sin embargo, hay consejos valiosos de un experto para arrancar y no dejarlo.
Las bajas en los gimnasios suelen ocurrir en los dos primeros meses.
Si bien en algunos casos puede deberse a motivos de tiempo, como cuestiones laborales, en la mayoría de las ocasiones el problema es la falta de motivación.
La importancia de un plan de entrenamiento personalizado
Según indica Marcos Flórez, director del portal Estarenforma.com y entrenador personal, uno de los motivos principales por los que muchas personas no saben cómo seguir cuando empiezan a entrenar es la ausencia de entrenadores de sala en la mayoría de los gimnasios. Sin una guía adecuada, es fácil perder el rumbo.
En este sentido, Flórez destaca que un error común es entrenar sin una orientación profesional, ya sea siguiendo videos de YouTube o utilizando aplicaciones de entrenamiento.
El problema de autoprescribirse los ejercicios es que lo que creemos adecuado para nosotros, muchas veces no lo es. Y es que cada persona tiene un cuerpo y necesidades diferentes, por lo que un mismo entrenamiento no dará los mismos resultados en todos.
Esto hace que contar con un entrenador personal sea fundamental para optimizar los resultados, ya que el entrenamiento debe ajustarse a factores como el biotipo y las características individuales de cada persona.
Consejos para no abandonar el gimnasio
Flórez ofrece una serie de consejos prácticos para quienes quieren comenzar en el gimnasio o retomar después de un tiempo y no fracasar en el intento:
Tener una hoja de ruta: el entrenador sugiere tener un plan de entrenamiento diseñado en función de los objetivos específicos de cada persona. Contar con una planificación adecuada es clave para mantener la motivación. Además, recomienda fijar metas intermedias para evaluar el progreso y no perder el entusiasmo.
Contratar a un entrenador personal: según Flórez, contar con un entrenador, aunque sea por un par de sesiones, puede ser la diferencia entre abandonar o no. Un entrenador ayuda a valorar el estado físico, ajustar el entrenamiento y corregir errores.
Llevar un cuaderno de entrenamiento: registrar cada sesión en un cuaderno puede ser muy útil. En este cuaderno se deben anotar los ejercicios realizados, si se cumplieron las metas y la percepción del esfuerzo. Esto permite hacer un seguimiento de los avances y corregir aquello que no está funcionando.
Mantener la motivación a través de la variedad
Uno de los principales enemigos de los que ya llevan tiempo entrenando es la monotonía. Para combatirla, Flórez resalta la importancia del principio de variedad, que implica modificar y avanzar en los entrenamientos.
Cambiar las rutinas no solo ayuda a mejorar físicamente, sino que también es clave para mantener la motivación alta.
La sensación de progreso es un gran aliciente y no hay mejor motivación que ver resultados en el propio cuerpo y rendimiento. Introducir ejercicios nuevos, cambiar de máquinas o trabajar diferentes grupos musculares son formas efectivas de mantener el interés.
Por otro lado, entrenar en grupo es una opción bastante popular. Sin embargo, Flórez advierte que los entrenamientos en grupo pueden no ser lo ideal, ya que tienden a ser generalizados y no adaptados a las necesidades particulares de cada individuo.
Encontrar la motivación adecuada
Para evitar abandonar el gimnasio, es fundamental encontrar motivación intrínseca, es decir, aquella que surge de los beneficios que el ejercicio físico ofrece al cuerpo y la mente.
Si no se logra conectar con los entrenamientos tradicionales, Flórez propone buscar una actividad física que resulte entretenida. El deporte debe disfrutarse para que sea sostenible en el tiempo.
Si el gimnasio no resulta atractivo, existen muchas otras disciplinas deportivas que pueden aportar los mismos beneficios a nivel físico y mental.
El secreto está en encontrar algo que se disfrute, ya que la constancia es clave para obtener buenos resultados. No importa qué actividad se elija, lo más importante es mantenerla a largo plazo.
Antes de realizar o modificar tu rutina diaria, se recomienda consultar con un especialista.