El huracán Helene, que se degradó a tormenta tropical luego de tocar tierra en la costa de Big Bend de Florida, continúa su camino en dirección al noroeste. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), el sistema todavía generará intensas lluvias, tormentas eléctricas, tornados e inundaciones “históricas” en Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia. Ya se registraron al menos 16 muertos.
Luego de impactar en el territorio continental estadounidense como huracán mayor de categoría 4, el octavo ciclón tropical de esta temporada de huracanes 2024 del océano Atlántico bajó su categoría a tormenta tropical este viernes al ingresar a Georgia.
En el Florida, el sistema provocó fuertes marejadas ciclónicas, carreteras totalmente inundadas, árboles y postes caídos y edificios destrozados. Según consignó AP, el gobernador Ron DeSantis informó que al menos seis personas perdieron la vida.
Durante la mañana del viernes, varias partes de Georgia sufrieron daños severos a causa de la tormenta. La inestabilidad en este estado persistirá durante el resto de este viernes, donde se esperan de 7 a 15 centímetros de precipitación acumulada, con totales aislados de alrededor de 50 centímetros en algunas partes del sureste, informó el NHC. Allí, el gobernador Brian Kemp informó al menos 11 muertes.
Según el sitio PowerOutage, más de 4,3 millones de usuarios del sureste de EE.UU. se encuentran sin suministro eléctrico por los apagones masivos que generó la tormenta. De ese total, casi 1,3 millones corresponden a Carolina del Sur; 1 millón a Georgia, 977 mil a Florida; 868 mil a Carolina del Norte y 150 mil a Virginia.
Cómo sigue la trayectoria de la tormenta tropical Helene
Según la última actualización del NHC, Helene se localiza en estos momentos al norte de Georgia, y en el extremo oeste de Carolina del Norte y Carolina del Sur. Tal como informó la agencia, la tormenta tropical se mueve hacia el noroeste a una velocidad de 52 kilómetros por hora y experimenta vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora, con ráfagas más altas, que se extienden hasta 555 kilómetros al este de su centro.
Sin embargo, las previsiones indican que el avance del sistema comenzaría a ralentizarse “en breve” a medida que se aproxime en las próximas horas al valle de Tennessee, donde entre la noche del viernes y el fin de semana se estancará, alcanzando su última parte del recorrido como ciclón post-tropical al centro de Kentucky y sur de Indiana.
A causa de las intensas lluvias de la tormenta, los estados del sureste de EE.UU. están sufriendo “inundaciones históricas que ponen en peligro la vida”, señaló el NHC. Estos eventos climáticos extremos también podrían darse en el valle de Ohio. “Catastróficas y potencialmente mortales inundaciones repentinas y urbanas, incluyendo numerosos deslizamientos de tierra significativos, continuarán a través de porciones del sur de los Apalaches hasta esta noche”, agregó el ente.
En ese sentido, el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. (NWS, por sus siglas en inglés) emitió varias alertas meteorológicas por lluvias excesivas e inundaciones repentinas en el sureste de Missouri, el sur de Illinois y de Indiana, todo Kentucky, el suroeste de Ohio, el noreste de Arkansas, casi todo Tennessee, el oeste de Carolina del Norte, gran parte de Virginia y zonas del sur y del este de West Virginia, que hacía el sábado se concentrarían únicamente en el sur de Indiana y norte de Kentucky.
A su vez, lanzó advertencias por tormentas eléctricas en el sureste de Virginia y este de Carolina del Norte, donde además rigen alertas por posible formación de tornados, principalmente en las zonas costeras cercanas a las ciudades de Wilmington, Greenville, Jacksonville, Wilson y Goldsboro.