De manera intempestiva y sin previo aviso, este jueves por la noche se conoció que el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, renunciará a su cargo en las próximas horas.
La información le fue confirmada a El Cronista por tres altas fuentes del Poder Ejecutivo: todas afirmaron que se debió a “motivos personales”.
Según trascendió, el titular de la cartera sanitaria comunicó la decisión a su círculo en las últimas horas de la jornada. Se trató de una noticia que cuanto menos no estaba en el radar de quienes circulaban por los pasillos de la Casa Rosada.
“Renunció por motivos personales”, se limitaban a decir desde el círculo de Mario Russo en los minutos que se dio a conocer la noticia. En tanto, fuentes cercanas al presidente Javier Milei buscaban desmentir cualquier tipo de interna que pudiera haber acelerado el desplazamiento: “No es cierto que haya sido echado”.
“No lo echamos”, reiteraban en el círculo presidencial. Las suspicacias eran porque Russo solía ser un ministro a los que se le atribuía cierta debilidad dentro del Gabinete: es decir, no contaba con la espalda propia y la relación con el Presidente que actualmente tienen funcionarios como Patricia Bullrich, que integra la mesa chica de confianza del libertario.
Se trata del tercer desplazamiento de una alta figura del Gabinete Ejecutivo luego de que se desplazara al entonces ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro; y al jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
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