En la pasada inauguración de la Exposición Rural de Palermo nuestro presidente, Javier Milei, anunció el inminente envío al Congreso de un proyecto de ley sobre la amortización acelerada de reproductores. Aplaudimos con entusiasmo esta novedad y bregamos por su rápida implementación. Entendemos que una medida de esta naturaleza será de inmensa utilidad, dentro de los rodeos bovinos de carne, para la expansión del desarrollo genético ya logrado y para continuar en ese camino del mejoramiento.
En los últimos años, ha habido importantísimos avances en el campo de la genética y selección de bovinos de carne, lo que ha generado gran impacto sobre eficiencia, adaptabilidad, productibilidad, calidad carnicera, conversión, etc. Hablamos de características objetivas de selección, de genómica, de programas de incorporación registral combinados con inspecciones profesionales, de estudios de conversión de alimento en carne y su transmisión generacional, de parámetros de bienestar animal transmitibles, de selección por calidad de carne, y mucho más. Es decir, hoy el productor ganadero comercial tiene un abanico muy amplio de posibilidades para mejorar en la reposición de sus reproductores, su productividad y, en definitiva, su negocio.
Todo este avance desde lo técnico está en manos de las asociaciones de productores que, desde lo privado generaron y generan estas herramientas. También son los encargados de darlas a conocer, divulgarlas y promocionarlas y seguramente es allí donde no han logrado un éxito tan marcado, porque a pesar del altísimo impacto que producen, increíblemente su adopción e implementación ha resultado extremadamente lenta. A modo de ejemplo podemos decir que en la raza Angus (principal raza carnicera argentina) solo el 30% de los reproductores machos que se reponen tienen algún tipo de registro, y, por lo tanto, solo ellos tienen identificadas sus capacidades de mejora en el rodeo.
Seguramente al esfuerzo invertido por las asociaciones en la difusión de sus logros, le está haciendo falta justamente esto: un incentivo desde lo fiscal para despertar un mayor interés en su implementación. Este incentivo para quienes adquieran reproductores con registro de las Asociaciones de criadores o de la Sociedad Rural Argentina, tendrá un impacto inmenso sobre la productividad ganadera argentina en su totalidad, asegurando la utilización masiva del potencial de mejoramiento sobre el que trabajan las distintas asociaciones desde hace tantos años.
Debemos pensar que la posibilidad de una rápida amortización contable de esta inversión, alentará la mayor demanda de estos reproductores, generará mayores recursos para el avance genético y de selección de quienes los producen, brindará un salto de calidad muy grande en quienes los adquieran y sobre toda la ganadería argentina. Adicionalmente, desde el punto de vista recaudatorio, seguramente repercuta en un gran sinceramiento en la comercialización de reproductores para reposición.
Hoy el mundo nos pide que produzcamos alimentos de una manera altamente eficiente, que su huella de carbono e impacto sobre el medio ambiente sea sumamente amigable; no desaprovechemos esta magnífica oportunidad de impulsar el desarrollo genético sobre el que llevamos tanto tiempo trabajando y que nos alinearía definitivamente en esa modalidad productiva.
El autor es productor ganadero y director de la Asociación Argentina de Angus