El INDEC dará a conocer este jueves la variación del Índice de Pobreza y de Indigencia que corresponde al primer semestre del año: la primera medición que tendrá lugar durante la gestión nacional de Javier Milei. Con sus propias mediciones, en el gobierno se anticipan y afirman que “será alta”, pero que tocó pico durante el primer trimestre y comenzó una senda descendente hacia el segundo.
Hasta finales de 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Censos estimó que el 41,7% de los argentinos era pobre y el 11,9% era indigente, es decir, que sus ingresos no alcanzaban siquiera para comprar la cantidad mínima de comida para subsistir.
Mientras que INDEC guarda secreto estadístico y no se conoce con certeza el número (el informe se publicará a las 16 de este jueves), fuentes libertarias coinciden en que el número podría asemejarse a lo que dio el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), con una pobreza de 55,5% e indigencia de 17,5% para la primera mitad del año.
“La pobreza estructural en Argentina no surgió por las acciones de este gobierno”, se adelantan desde el Ministerio de Capital Humano, en donde mencionan que “la tasa de pobreza aumentó 16 puntos porcentuales entre 2017 a 2023 (25,7% a 41,7%)” y que este índice no se logró retrotraer pese a que la cantidad de beneficiarios de programas sociales, de empleo y AUH casi se triplicó (+185%).
Además, justifican que “las políticas económicas y sociales fracasaron de manera estructural, generando y perpetuando la situación a la que hemos llegado”, mencionando también la caída del PBI per cápita y el estancamiento del empleo privado en contraposición con la del empleo público (36% más respecto a privado desde 2012).
A casi diez meses de la asunción de la gestión mileista, en el Gobierno afirman que el pico de pobreza se produjo en el primer trimestre de 2024, período que sufrió los resabios de la inflación de diciembre pasado (25,5%) y las cifras siguientes (20,6% en enero, 13,2% en febrero y 11% en marzo); y que, justamente por eso adoptaron políticas de contención específicas que compensaran la espiralización de precios, que generalmente impacta a los sectores socioeconómicos más bajos.
El ejemplo que traen a colación es la AUH, que tuvo una duplicación del poder de compra entre el mínimo de diciembre de 2023 y el valor de 2024. El combo de la Asignación Universal por Hijo junto a la Tarjeta Alimentar servía para cubrir un 49% de la Canasta Básica Alimentaria (CBA, que contiene los productos básicos para la alimentación familiar); mientras que en agosto ese número fue de 92%.
Según pudo conocer El Cronista, en Capital Humano estarían trabajando en que ambos programas se fusionen en una única política integral. “En los hechos la cobran en los mismos lados y cumplen funciones casi idénticas”. Ese 92% sería aumentado y esperaría cubrir la totalidad de una canasta básica alimentaria. Se espera que se llame AUH Familia.
Asimismo, se comunicará próximamente que se extenderá la cobertura de la Tarjeta Alimentar hasta los 17 años
Con sus números, en el Gobierno teorizan que el segundo trimestre del año tuvo una baja de la pobreza producto de la desintermediación de la ayuda social y el incremento términos reales de esos montos. Afirman que, con la baja de la inflación, la CBA subió menos que la inflación, algo que no pasó con la Canasta Básica Total (CBT), que contempla rubros más amplios como los servicios básicos.
Antes de asumir, el presidente Javier Milei aludió al ministerio a cargo de Sandra Pettovello como el único que tendría la billetera abierta pese a la política de déficit cero. Cerca de la ministra afirman que el jefe de Estado autorizó fondos para que el Plan 1000 Días (direccionado a mujeres embarazadas y niños en primera infancia) pudiera incrementarse un 1126% desde diciembre 2023 ($ 3000) y septiembre 2024 ($ 31700).
¿Qué se espera para el índice que saldrá dentro de seis meses? En el Gobierno creen que podría ser menor, pero afirman que dependerá de que se logre estabilizar la macroeconomía. “Hay dos cosas urgentes”, indican, “estabilizar la macro y brindar asistencia directa a las personas en situación de vulnerabilidad”.