El expresidente Donald Trump, candidato republicano a las elecciones del 5 de noviembre, prometió llevar a cabo “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, aunque sus detalles todavía son escasos. Las implicaciones económicas de tal plan son profundas y alarmantes que representarían casi un millón de empleos perdidos para los nativos.
Cuánto costaría el plan de deportaciones masivas de Trump
La implementación de un programa de deportaciones masivas podría tener un costo exorbitante. Según un estudio del American Action Forum, un grupo de expertos económicos que se autodenomina de centroderecha, “la expulsión de cada inmigrante indocumentado podría costar alrededor de US$24.094″.
Esto, si se considera una población que tiene 11 millones de inmigrantes indocumentados, sumaría aproximadamente US$265 millones. Si la cifra de Trump de 20 millones es correcta, el total podría ascender a US$481millones. Para poner esto en perspectiva, el presupuesto combinado del ICE y la CBP para 2024 es de casi US$30.000 millones.
La magnitud del costo no solo se limita a la ejecución del plan. La economía estadounidense podría enfrentar consecuencias severas. Se estima que hay aproximadamente 7,1 millones de trabajadores indocumentados en el país, lo que representa un 4.5% de la fuerza laboral total. La deportación de esto impactaría fuertemente en sectores críticos tales como la construcción, la hostelería y la manufactura.
La inflación, un riesgo de la deportación masiva
Además del desempleo, el plan podría provocar un aumento en la inflación. La escasez de mano de obra llevaría a las empresas a incrementar salarios para atraer nuevos trabajadores o a pagar horas extras, lo que elevaría así los costos operativos. Durante la reapertura tras la pandemia de COVID-19, el costo laboral ya mostró tendencias inflacionarias que podrían intensificarse bajo un régimen de deportaciones masivas, en este caso.
Según El País, utilizando la Ley de Okun que relaciona el desempleo con el PIB, se estima que una reducción del 4.5% en la fuerza laboral podría disminuir el crecimiento del PIB en más de nueve puntos porcentuales. Si se compara con el pico de la Gran Recesión, donde el crecimiento del PIB cayó un 4.3%, el impacto económico de un plan de deportación podría ser devastador y superar esas cifras.
Mientras Trump y sus seguidores sostienen que deportar a millones de inmigrantes mejorará el país, los datos indicarían lo contrario. La implementación de un plan de deportación masiva no solo resultaría en un costo financiero monumental, sino que también podría llevar a una recesión económica al mismo tiempo. El impacto sobre el mercado laboral y la inflación sugiere que la estrategia podría hacer más daño que bien, por reavivar tensiones económicas en un país que ya enfrenta desafíos significativos.