No se sabe quién está más “cómodo”: si Chiquito Romero con los plateistas de Boca, si Franco Colapinto con su compañero de la escudería Williams o si Mariana Brey con los integrantes del programa Duro de Domar de C5N. Hace rato que la panelista viene confrontado con todos pero nunca como ayer, cuando se puso de rival nada más y nada menos que al propio conductor del ciclo, Pablo Duggan, que la mandó a la mismísima mier…coles.
De alguna manera, Brey es una suerte de “oveja negra” dentro del envío ya que tiene posiciones cercanas al gobierno de Javier Milei o abiertamente contrarias al peronismo o al kirchnerismo, banderas políticas que abrazan el resto de los integrantes. Esa situación suele generar urticantes momentos de discusión y enfrentamiento que en el 90 por ciento de los casos se vuelve un “todos contra Mariana”. Ante cada desafío, Brey se mantiene inmutable en sus posturas mientras el resto “brama” contra ella.
En ese “resto” se puede incluir también a la enorme mayoría de los televidentes que ven DDM, en general identificados con el ideario de las corrientes “nacionales y populares” y férreos opositores a la administración libertaria. “Qué hace esa mujer ahí”, “para qué la ponen, nada más que para generar contrapunto”, “no tiene que estar, si la dejan es porque esas peleas generan rebote y rating” suele decir la gente.
Ayer discutían sobre el “escrache” o “incidente” que sufrió el dirigente social Juan Grabois en el aeropuerto de Ezeiza al volver de un viaje a Roma, donde participó de un encuentro con el Papa Francisco. Brey dijo que rechazaba cualquier manifestación de violencia o de intolerancia, peeeeeero (ese pero era infaltable) acusó a Grabois de “sobreactuar la reacción” y de “recalentar” un reproche que era mínimo. Cuando escuchó eso, Duggan no aguantó más y explotó en contra de la también panelista de Socios del espectáculo.
ASI FUE EL ESCANDALO DE GRITOS E INSULTOS CONTRA MARIAA BREY EN C5N
“Nos haces hablar de cosas que no tienen ningún sentido, Mariana” arrancó Duggan ya caliente y fuera de sí. “La verdad, tu aporte es horrible, horrible, horrible” repiqueteó mientras subía el tono de voz y hacía gestos cada vez más ampulosos. “Bueno, no se con quién tendrás que ir a hablar, pero qué se yo. A vos no te gustará mi aporte, mucha gente cree que soy encantadora”, se defendió ella.
“Este aporte es horrible” le aclaró Duggan, que en general es mediador entre Brey y el resto del panel. “Este aporte es horrible porque vos querés justificar que lo hayan puteado a Grabois, y yo creo que eso es perverso. Buscate otra excusa para criticarlo, pero no esa. No es el momento para decir eso”. Brey alcanzó a decir “No festejo el escrache ni con Grabois ni con nadie, digo que él sobrereaccionó” cuando él la paró en seco: “No es el momento de decirlo”. “¿Por qué, quién lo dice?” le preguntó ella. “Yo te lo digo”, sentenció Duggan. “Pero qué…porque el conductor dice eso yo tengo que obedecer… ¿Dónde estamos?” aguijoneó Brey. “Porque estamos discutiendo si el que piensa distinto es agredido en la vía pública. Yo fui agredido en la vía pública y espero que vos, que ahora tenés mucho posicionamiento…” estaba diciendo él, ella quiso meter cuña y Duggan se hartó y a grito pelado exclamó “No, no puedo así. Vamos a próximo tema. ¡Me hinché las pelotas! Vamos a hablar de Córdoba, dale… ¡Me rompió las pelotas!”.