Tras un fin de semana complicado en el que Julián Muñoz ha tenido un pequeño bajón que hizo que toda la familia corriese a su lado con rostros de preocupación -tal y como ha confesado Mayte Zaldívar, su enfermedad es como un carrusel y un momento está arriba y otro abajo- parece que la situación no ha mejorado.
Un día más su mujer, su hija Elia Muñoz y sus nietos han acudido al hospital de Marbella para visitar al exalcalde de Marbella y, aunque la malagueña se ha mostrado optimista a su llegada y ha intentado sonreír ante las preguntas de la prensa, “hemos descansado un poquito. Vamos a ver cómo está”, explicaba, poco después se dejaba ver muy afectada.
Después de ver a Julián y hablar con sus médicos, una Mayte abatida se sentaba en un banco a las puertas de la clínica y era consolada por su nieto Fran Redondo que la abrazaba cariñosamente. Con ellos, dos amigos íntimos del ex de Isabel Pantoja que están a su lado en este momento tan complicado y han intentado animar a su mujer, convencidos de que el exalcalde experimentará una mejoría tras un fin de semana duro en el que, como ha informado la madre de sus hijas, no ha querido comer y apenas ha permanecido despierto por la dureza del tratamiento que está siguiendo contra el cáncer galopante que padece hace meses.