Con la promesa de un gran desfile de estrellas que empezó este fin de semana y continuará durante los próximos días, figuras emocionadas al recibir sus premios a la trayectoria, una decepcionante película de apertura y la presencia protagónica del cine argentino se puso en marcha el Festival de San Sebastián, la muestra más importante del año en su tipo para el mundo de habla hispana. De hecho, algunos medios identifican al tradicional encuentro cinematográfico del País Vasco como el principal punto de encuentro entre Europa y América latina en esta materia.
Con 16 producciones repartidas en las distintas secciones, el cine argentino presente en San Sebastián 2024 empezó a darse a conocer este fin de semana. Un día después de la inauguración oficial, el puntapié inicial lo dio El jockey, de Luis Ortega, la película nacional de mayor proyección en el mundo de este año, que llegó aquí como parte de la sección paralela Horizontes Latinos después de participar en los festivales de Venecia (dentro de la competencia oficial) y de Toronto.
🆕️ 09.21.2024 | Úrsula Corberó attending the 72nd San Sebastian Film Festival with ‘Kill the Jockey’ director Luis Ortega and co-stars Nahuel Pérez Biscayart and Mariana di Girolamo. pic.twitter.com/qu2QpW2Xz5
— Úrsula Corberó Updates (@ucorberoupdates) September 21, 2024
En la tarde de este sábado 21, antes de la primera función, Ortega dedicó el estreno de El jockey en San Sebastián a la memoria del actor Daniel Fanego, que falleció el jueves pasado por la noche, a los 69 años, en Buenos Aires. Fanego tiene un papel secundario de enorme lucimiento en la película, cuyo estreno en la Argentina se anuncia para el próximo jueves 26. Los dos protagonistas, Nahuel Pérez Biscayart y la española Ursula Corberó, acompañaron a Ortega en la presentación del film, proyectado en la sala 2 del imponente complejo Kursaal, sede central de la muestra.
La otra película argentina que inició sus exhibiciones en San Sebastián este sábado es Simón de la montaña, de Federico Luis, también seleccionada en Horizontes Latinos. Tanto este film como El jockey volverán a ser vistas este domingo. Y dentro de la misma competencia se conoció con elogios y aplausos el film chileno Cuando las nubes esconden a las sombras, de José Luis Torres Leiva, con la argentina María Alché (la guionista y directora de Puan) a cargo del personaje principal.
El martes 24 está previsto un acto especial organizado por el propio festival “atendiendo a la situación excepcional que vive el cine argentino de parálisis de proyectos y falta de apoyo por parte del Gobierno argentino”, según adelantaron las autoridades de la muestra. Ese día se presentará en la competencia oficial la película nacional El hombre que amaba los platos voladores, de Diego Lerman, con Leonardo Sbaraglia.
Un adelanto de esa iniciativa se escuchó el viernes en la gala inaugural del festival, cuando uno de sus animadores, el conocido humorista y animador televisivo Andreu Buenafuente, dijo: “El cine argentino está en peligro. Hay un hombre, Javier Milei, empeñado en silenciarlo. Milei es uno de esos políticos que se ha adueñado de la palabra libertad y la despojó de todo significado”. Su colega Berto Romero avaló las palabras del presentador.
La gran dueña del brillo y los grandes aplausos en este sábado fue Cate Blanchett, que recibió en una ceremonia de gala uno de los premios Donostia a la trayectoria otorgados este año, 24 horas después de que el local Javier Bardem tuviera el mismo reconocimiento. Blanchett recogió la distinción de manos del director mexicano Alfonso Cuarón, responsable de uno de sus últimos trabajos, la serie televisiva Disclaimer, a punto de estrenarse en la plataforma Apple TV+.
Blanchett se emocionó casi hasta las lágrimas cuando Cuarón le pidió a ella y a los asistentes de una sala colmada que prestaran atención a la pantalla gigante porque iba a escucharse un mensaje para la actriz “enviado por un amigo”. Quien apareció en el video fue George Clooney, quien dijo que estaba comunicándose a la distancia desde Venecia: “A lo largo de un tiempo hemos celebrado a algunos actores: Marlon Brando, Kate Hepburn, Montgomery Clift, y más tarde, a Meryl Streep, Jack Nicholson y Robert De Niro. Cate, tú formas arte de eso. He tenido la suerte de dirigirte y de actuar contigo. Siempre haces que todos los que te rodean sientan la fortuna de trabajar con una persona tan talentosa y amable. Estoy orgulloso de llamarte amiga”, dijo Clooney. Antes de despedirse, agregó bromeando: “Si no estuviese ahora en Venecia bebiendo y llevara pantalones estaría allí contigo para levantar la copa y brindar por este fantástico premio”.
Blanchett habló luego de su carrera “ecléctica y extraña”, conectada a través de un único objetivo. “Es el deseo de saber, la búsqueda de lo que significa ser humano, esa incertidumbre extraña, temerosa y alegre a la vez. Lo que más me asombra de este mundo es que estemos rodeados de tantas certezas. Yo prefiero apostar por la incertidumbre, por la búsqueda que nace de la interpretación. Es algo incómodo, lo reconozco, pero ahí es donde la mente es libre”. Algunas horas antes, frente a la prensa internacional, advirtió sobre el peligro “de querer hacer películas que gusten a todo el mundo, que no llegan a nada”.
En el mismo escenario, un día antes, Bardem fue el primer destinatario de los premios a la trayectoria que San Sebastián otorga este año. “Recibo el premio Donostia con alegría, pero me es imposible tal y como está el mundo celebrar nada”, dijo el actor español que en su discurso se refirió al cambio climático, al uso de la inmigración “como arma arrojadiza” por parte de la extrema derecha en el mundo y a los “crímenes contra la humanidad de Netanyahu en Gaza”, en alusión al primer ministro de Israel.
“No hay persona sensible en el mundo que no vea que la atrocidad de Gaza necesita un alto el fuego inmediato, y por supuesto que Hamas devuelva a los rehenes. Y que haya una negociación que refuerce el derecho de los palestinos a su tierra y que se garantice la seguridad del Estado de Israel”, dijo en el tramo más político de su mensaje.
Al hablar específicamente de su oficio, Bardem señaló que el actor “necesita un enorme ego, la sensación de que merece ser escuchado y visto” y agregó que sin ese atributo es imposible subirse a un escenario o ubicarse delante de una cámara. “A nadie le puede parecer cómodo estar en una mesa frente a cien personas que te preguntan sobre tu vida y tu obra. Pero si no te gusta ser observado, lo tienes jodido para ser actor”, remató.
El momento emotivo de esa ceremonia se produjo cuando Bardem le dedicó el premio a Penélope Cruz, que escuchó sus palabras con los ojos llorosos desde la platea: “Un agradecimiento muy hondo por el ser humano que eres y cómo realmente te responsabilizas de la vida de tus hijos, de tu familia, de tu madre, de tus amigos, de la tuya, de la vida del arte, de la vida de otros, de muchos que desconoces, por los que sufres y a los que cuidas, y por supuesto de la vida de este señor que está aquí diciéndote que te ama, que te quiere y te lo agradece”.
Otro español que pasó por San Sebastián 2024 en su tramo inicial fue el cantante madrileño Antón Alvarez, conocido por su seudónimo artístico de C. Tangana, que presentó su ópera prima como realizador del documental La guitarra flamenca de Yerai Cortés, destacada figura de las nuevas generaciones de esa expresión musical. “Mi próximo objetivo es hacer una película de ficción, no hay disco a la vista. Quiero invertir los próximos años en estar seguro de las cosas que escriba para poder dirigirlas”, adelantó sobre el giro que decidió llevar adelante en su carrera.
La presencia estelar en el festival (el número 72 en la historia de San Sebastián) supera a la de todas las ediciones previas, según adelantaron los organizadores. A las figuras mencionadas se sumaron este sábado Andrew Garfield, Karla Sofia Gascón (la estrella de Emilia Pérez, una de las películas de moda en este 2024) y Lupita Nyong’o, y se espera para los próximos días el arribo de Pamela Anderson, Johnny Depp, Monica Bellucci, Angela Molina, Isabelle Huppert, Charlotte Rampling, Tilda Swinton y Franco Nero, entre otros.
La competencia oficial se puso en marcha con la presentación de la gran candidata a llevarse, dentro de una semana, el premio mayor de la muestra, la Concha de Oro, junto a una frustración mayúscula. Llovieron críticas adversas desde el primer momento para la nueva versión de Emmanuelle, que además fue la película elegida para abrir el festival. Dirigida por la francesa Audrey Diwan se propone como una nueva mirada de cuño más feminista del clásico mito erótico que en los años 70 convirtió en estrella a Sylvia Kristel. La nueva protagonista es la actriz francesa Naomie Mérlant, una Emmanuelle que toma la iniciativa y se propone renovar al personaje desde una mirada de empoderamiento femenino, según su directora.
Casi todas las primeras críticas resultaron lapidarias. “El orgasmo fingido de Emmanuelle: mucho lujo vacío para alcanzar el erotismo cero”, tituló el diario español El País. “Anticlimática, fría e inerte”, señaló Variety. “Paralizante y sin sentido. Un paquete de lujo del tipo que viene con dinero y casi ningún gusto”, apuntó Screen International. “Todo parece estar al servicio de una publicidad de aspecto elegante al servicio de un producto que nunca podrás permitirte querer o necesitar”, remató The Hollywood Reporter.
Todo lo contrario ocurrió con Cónclave, un thriller ambientado en medio de la crucial elección de un nuevo Papa y ambientado en el mundo cerrado de los cardenales a cargo del pronunciamiento. Los primeros comentarios ratificaron el potencial que tienen la película y sus protagonistas (especialmente Ralph Fiennes) para ocupar un lugar destacado en la próxima temporada de premios en Hollywood.
El director de la película, el alemán Edward Berger también encendió el debate alrededor de este proyecto hablado en inglés después de ganar el Oscar internacional con Sin novedad en el frente. “El Papa –dijo frente a la prensa internacional este sábado- lidera a 1600 millones de cristianos y de alguna manera es el mayor dictador del mundo. El Vaticano no es más que una dictadura donde una sola persona lo decide todo”.