El envejecimiento es un proceso complejo que afecta a cada persona de manera distinta.
Un grupo de investigadores científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, publicó un estudio que revela que el envejecimiento no sigue un ritmo uniforme y constante.
Lo que es curioso es que este equipo encontró que hay 2 etapas de la vida en las que el envejecimiento se acelera. A continuación, te contamos cuáles son.
¿Cuáles son las 2 edades en las que envejecemos?
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford, los 44 y 60 años son momentos clave en los que el envejecimiento se acelera significativamente.
Según explica un artículo de Saber Vivir, en cada una de estas 2 etapas se comienza a ver el envejecimiento de distintas maneras:
A los 44 años:
- Dificultades para metabolizar el alcohol y las grasas.
- Menor resistencia en actividades nocturnas y aumento de peso.
- Impacto en la piel, los músculos y el sistema cardiovascular.
A los 60 años:
- Alteraciones en la metabolización de hidratos de carbono y cafeína.
- Afectación del sistema inmunológico.
- Problemas en la piel, masa muscular y sistema cardiovascular.
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas y cáncer.
El catedrático Michael Snyder, responsable del estudio, destaca que estos cambios moleculares son drásticos y afectan diversos tipos de moléculas.
Por su parte, el doctor José Viña, experto en fisiología de la Universidad de Valencia, señala que las variaciones en los metabolitos durante estas edades son significativas.
Aunque los hallazgos son reveladores, los expertos enfatizan que con una dieta adecuada y un ejercicio regular, es posible mitigar estos efectos y manejar mejor la forma en la que envejecemos.
¿Cómo enfrentar el envejecimiento?
Entender las etapas del envejecimiento puede ser el primer paso para abordar los desafíos que presentan los 44 y los 60 años.
Con ajustes en el estilo de vida y la atención adecuada, es posible reducir el impacto de estos cambios y mejorar la calidad de vida.
- Adoptá una dieta equilibrada: incorporá alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes esenciales que ayuden a mantener el cuerpo en buen estado. Limitar el consumo de alcohol y grasas también es fundamental.
- Mantené una rutina de ejercicio regular: la actividad física regular ayuda a mejorar la resistencia, mantener la masa muscular y fortalecer el sistema cardiovascular. Optá por ejercicios que disfrutes para mantener la motivación.
- Realizá chequeos médicos frecuentes: consultá con un médico para hacerte exámenes periódicos que te permitan monitorear tu salud y detectar cualquier problema a tiempo.
- Hidratación adecuada: tomar suficiente agua es crucial para el buen funcionamiento del organismo y la piel. Asegurate de mantenerte hidratado a lo largo del día.
- Dormí bien: un buen descanso es esencial para la regeneración celular y el mantenimiento de la salud general.