La vida de Steve Hurlburt está marcada por la constancia y el compromiso. Desde 1974, cuando comenzó a trabajar en McDonald’s a los 16 años, este neoyorquino experimentó toda la evolución de la cadena de comida rápida más famosa del mundo.
Hace poco, Hurlburt celebró su 50º aniversario en la empresa y le rindieron un emotivo homenaje. Amigos, familiares y colegas organizaron una sorpresa que reflejó lo querido que es en la comunidad y en el equipo de trabajo: asistieron a un partido de los Rochester Red Wings con camisas hawaianas con la imagen del propio Steve.
Como relata Democrat and Chronicle, en 1974, Hurlburt era un joven de Farmington que iba al trabajo en bicicleta, con una gran ilusión por ser parte de McDonald’s en su ciudad de Canandaigua. En ese entonces, no existían los autoservicio tan característicos de la cadena hoy en día. Los clientes hacían su pedido en el mostrador, y el menú era tan simple que una hamburguesa con queso costaba solo US$20 centavos, mientras que las papas fritas y la soda valían US$15 y US$10 centavos, respectivamente.
Sin una computadora para ayudar con los cálculos, el propio Steve sumaba todo mentalmente y agregaba los impuestos. Los tiempos evolucionaron desde entonces, tanto para la sociedad como para McDonald’s, pero algo que no cambió es la dedicación de Hurlburt a su trabajo.
Con el paso del tiempo, Hurlburt escaló posiciones dentro de la compañía. Comenzó realizando tareas sencillas como freír papas y limpiar el lobby, pero su esfuerzo lo llevó a convertirse en supervisor. Hoy en día, gestiona tres restaurantes y se especializa en la parte operativa de los mismos. Además, posee un título de “hamburgerología” de la famosa Hamburger University, donde McDonald’s forma a sus mejores talentos.
Un experto en tecnología operativa
A lo largo de su carrera, Steve entrenó a numerosas personas, incluidos algunos de sus propios jefes. Al destacarse por su habilidad con los números y su experiencia en tecnología operativa, no es extraño que forme parte de la instalación de nuevas cajas registradoras, la reparación de equipos de tarjetas de crédito y otras tareas técnicas que facilitan el funcionamiento diario de los locales. Es algo que lo apasiona.
Con humildad, Hurlburt afirma que, si bien realizó casi todos los trabajos posibles dentro de la empresa, nunca fue dueño de un restaurante ni trabajo en recursos humanos. Sin embargo, a sus 50 años de carrera, aún es un apasionado por su trabajo y todavía sabe cómo freír papas, una de las primeras tareas que realizó cuando comenzó en McDonald’s.
La pasión que lo mantiene en el puesto
¿Qué es lo que hace que Hurlburt siga trabajando con la misma energía y entusiasmo después de tantos años? Según él, la clave es que en McDonald’s nunca hay dos días iguales. Cada jornada presenta nuevos desafíos y le permite interactuar con diferentes personas, lo que mantiene su rutina fresca e interesante.
Aunque tuvo días difíciles, Steve asegura que siempre supo manejar las situaciones con buen humor. Para él, el trabajo no es solo una serie de tareas repetitivas, sino una oportunidad constante de aprender y crecer, algo que disfrutó mucho durante medio siglo.
Un referente en McDonald’s
Para Mari Potter, dueña junto a su esposo Tim de varios locales de McDonald’s en la zona, Steve Hurlburt fue clave para que su organización obtenga los resultados deseados. De hecho, reconoce que no puede imaginar haber tenido el éxito que tuvieron sin que Steve formara parte de ello. Con múltiples premios y reconocimientos en su haber, hoy es un miembro vital del equipo de liderazgo y su dedicación es admirada por todos.
A lo largo de su carrera, Hurlburt también tuvo la oportunidad de conocer a personas de todo el mundo gracias a su formación en la Hamburger University. Formó a empleados que comenzaron en McDonald’s y que luego aplicaron las habilidades aprendidas a otros aspectos de su vida, algo que él considera uno de los grandes logros de su trabajo.
Si bien Hurlburt admite que era una persona muy tímida cuando empezó, hoy ya no tiene miedo de enfrentar cualquier desafío. Después de 50 años en la compañía, muchos se preguntan cuándo se jubilará. Sin embargo, Steve responde con una sonrisa: “Voy a seguir haciéndolo un tiempo más”.