Imposible comprender la realidad de esa pareja. Se torna un jeroglífico indescifrable analizar la verdad de la interna del matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi, principalmente por las pruebas indisimulables de una armonía y un cariño prodigado por ambos
La mediática salió a gritarle al mundo que se había separado del futbolista, armó un comunicado extenso que publicó en sus redes sociales para anunciar el cierre de esa historia de amor extensa. Luego, se encargó de machacar con sus posteos que le encantaba la soledad e incluso se mudó a más de diez mil kilómetros del delantero.
El intrincado contexto ahora sumó un capítulo explosivo, porque una persona muy allegada, de una confianza absoluta de la famosa, acaba de confirmar que viven en la misma casa, que comparten el espacio, que andan juntos en la cotidianidad, que se ven todos los días.
Sí, aunque suene increíble, Wanda y Mauro están en el mismo piso de la lujosa torre de la Avenida del Libertador, en el barrio de Núñez. Y la data salió de la boca de la mismísima Ana Rosenfeld, la abogada y confidente de Nara. Toda una declaración impresionante que activa el interrogante sobre la reconciliación y los motivos de la mediática para manifestar en los medios que permanece separada.
WANDA NARA ESTÁ VIVIENDO CON MAURO ICARDI EN LA MISMA CASA
Laura Ubfal le preguntó a la letrada, en su ciclo de América: “Es obvio que Mauro quiere estar con ella y la quiere reconquistar, aunque se ve que no lo logró. Anita, ¿algo para decir?”. Así, Rosenfeld explicó: “Que la acompañe está bien. Ellos son familia y Wanda lo repitió en muchísimas oportunidades. Están separados, no divorciados. Él vino a la Argentina a ver a sus hijas”.
La abogada sorprendió al aseverar la actualidad de complicidad pasmosa de Nara e Icardi: “Y, claro, viven en el mismo techo”. Tras semejante revelación, Ana procuró aclarar: “Ahí están en habitaciones separadas, pero en Buenos Aires. Yo estuve viendo que dicen que salieron a almorzar juntos, ¡y por supuesto que lo van a hacer! Aunque, por el momento, no hay una reconciliación”.
“Y, claro, viven en el mismo techo”