Las migrañas a la mañana pueden ser un desafío persistente para muchas personas.
Varios factores contribuyen a su aparición, en los que se incluyen el estado de ánimo, el estrés, la energía y la falta de sueño. Gracias a varios análisis, científicos llegaron a una importante conclusión y realizaron una recomendación vital para no sufrirlas.
Para evitar estos dolores de cabeza debilitantes, los profesionales sugieren adoptar hábitos que mejoren la calidad del descanso y reduzcan el estrés diario.
La estrategia para prevenir las migrañas por la mañana, según la ciencia
Un reciente estudio científico publicado en febrero de 2024 en la revista Neurology ha revelado detalles cruciales sobre cómo evitar las migrañas matutinas.
La investigación, dirigida por la Dra. Jelena Pavlovic del Centro Médico Montefiore del Bronx, analizó cómo el sueño, la energía y el comportamiento diario influyen en la aparición de estos dolores de cabeza.
Los resultados del estudio indicaron que las personas con migraña matutina a menudo experimentaban niveles bajos de energía y una calidad de sueño deficiente la noche anterior.
Según un artículo de National Geographic, estos factores se asociaron directamente con una mayor probabilidad de sufrir dolor de cabeza al despertar.
La Dra. Pavlovic afirma que las alteraciones del sueño parecen ser el principal desencadenante de los ataques matutinos, mientras que el estrés y la alta energía están vinculados a las cefaleas nocturnas.
El estudio subraya la importancia de mantener una rutina regular de sueño, una buena hidratación, y una dieta equilibrada para reducir las probabilidades de migrañas.
Fases del dolor de cabeza: ¿cómo son las migrañas?
Las migrañas, a menudo más intensas que los dolores de cabeza comunes, se manifiestan con un dolor punzante que suele concentrarse en un lado de la cabeza. Aunque pueden ocurrir en cualquier momento del día, es frecuente que aparezcan por la mañana al despertarse.
A continuación, se detallan algunas de las fases de las migrañas:
- Pródromo: esta fase inicial puede comenzar hasta 24 horas antes del dolor de cabeza real. Los síntomas incluyen antojos de comida, cambios de humor inexplicables, falta de sueño, bostezos incontrolables y aumento de la micción.
- Aura: se pueden experimentar alteraciones neurológicas como mareos, zumbidos en los oídos, líneas en zigzag que perturban la visión, náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y el sonido.
- Fase de dolor: se caracteriza por un dolor pulsátil y frecuente que puede durar desde unas horas hasta varios días.|
- Postdromo: tras el ataque, algunos pacientes experimentan fatiga, dificultad para concentrarse, mareos y debilidad. Esta fase, que puede durar entre unas pocas horas y 48 horas, a menudo se compara con una resaca.