Berlín, 13 sep (EFE).- Berlín recuerda este viernes los sesenta años de la visita inicialmente no planeada del activista estadounidense por los derechos civiles Martin Luther King a la parte oriental de la ciudad, donde pronunció un histórico discurso en la Iglesia de Santa María, junto a la plaza Alexanderplatz.
En su discurso, pronunciado tres años después de la construcción en agosto de 1961 del muro de Berlín que dividió la ciudad durante casi treinta años, el activista y pastor bautista se refirió a ella como “símbolo de las divisiones de los hombres sobre la faz de la tierra”.
“Porque aquí, a ambos lados del muro, están los hijos de Dios, y ninguna barrera hecha por el hombre puede borrar ese hecho”, e “independientemente de las barreras de raza, credo, ideología o nacionalidad, hay un destino ineludible que nos une”, agregó.
King habló incluso de reconciliación, “allí donde los hombres ‘derriban los muros divisorios de la hostilidad’ que les separan de sus hermanos”, según lo que grabó la Stasi, el órgano de seguridad del estado de la extinta República Democrática Alemana (RDA).
Según testigos de entonces, tras el discurso, un coro cantó ‘Go down Moses’, con la fase final ‘Let my people go’ (deja marchar a mi pueblo).
En realidad, ni siquiera estaba previsto que el activista visitará Berlín Oriental, para lo que, además, le faltaba el pasaporte.
Pero el 13 de septiembre del 1964, durante una visita a Berlín Occidental, King se dirigió inesperadamente a la parte oriental de la ciudad, para sorpresa de los guardias fronterizas de la RDA en el cruce de Checkpoint Charlie, que aún así le dejaron pasar, sin pasaporte, pero con un documento de identidad, según relatan testigos y puede leerse en las actas de la Stasi.
King había acudido a Berlín Occidental un año después de su famoso discurso de ‘I have a dream’ (Tengo un sueño) en Washington por invitación del alcalde-gobernador Willi Brandt y la Iglesia protestante de Berlín.
Habló ante 20.000 berlineses occidentales en la Waldbühne, un escenario al aire libre, con motivo de la Jornada de la Iglesia y más tarde, ante 3.000 ciudadanos de la RDA, primero en la Iglesia de Santa María y luego en la de Santa Sofía, ambas en la parte oriental de la ciudad, antes de regresar al oeste.
La Iglesia Protestante de Berlín-Brandeburgo conmemora esta visita hace sesenta años con varios actos, entre ellos este viernes con la activista bielorrusa por los derechos humanos Olga Karatch en la Iglesia de Santa María y, más tarde, un concierto con Jocelyn B. Smith en la de Santa Sofía. EFE
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