En el ámbito de la nutrición y la salud, la dieta mediterránea es reconocida como beneficiosa en la alimentación. Este enfoque incluye una variedad de alimentos como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, mariscos y aceite de oliva, junto con cantidades moderadas de aves de corral, huevos, queso y yogur.

Los estudios previos demostraron que esta dieta puede promover un corazón saludable, mejorar la función cerebral y mantener un peso corporal adecuado. Un nuevo estudio publicado en Plos One sugirió que esta dieta podría ofrecer beneficios adicionales en la lucha contra el COVID-19.

El nuevo hallazgo

El objetivo era evaluar si seguir una dieta mediterránea se asociaba con una menor incidencia del COVID-19 y si influía en la gravedad de los síntomas en caso de infección.

Los resultados mostraron que las personas que seguían más estrictamente la dieta mediterránea tenían menos probabilidades de contraer la enfermedad, aunque la asociación no fue particularmente fuerte.

A pesar de esto, se identificaron ciertos alimentos dentro de este patrón dietético que parecen tener un impacto positivo. Los platos que contienen aceite de oliva, frutas, frutos secos y una menor ingesta de carne roja y cereales refinados se relacionaron con una menor probabilidad de contraer el virus.

Además, el consumo elevado de verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales y pescado estaba asociado con una menor severidad de la enfermedad.

Estos ingredientes de la dieta mediterránea podrían reducir el riesgo mortal de esta enfermedad que afecta el sistema inmunológico

En este estudio, los investigadores utilizaron las principales bases de datos científicas para identificar antecedentes relevantes. Inicialmente, se encontraron 209 análisis, pero solo seis cumplían con los criterios necesarios. En total, se incluyó a 55.489 participantes.

El rol del sistema inmunológico

El sistema inmunológico juega un papel crucial en la defensa contra el COVID-19. La dieta mediterránea, rica en alimentos antiinflamatorios, como frutas, verduras, frutos secos y pescado, podría contribuir a una respuesta inmunitaria más efectiva. Los que son ricos en antioxidantes y nutrientes esenciales ayudan a mantener el sistema inmunológico robusto y a reducir la inflamación.

En contrapartida, aquellos con azúcares añadidos, carbohidratos refinados y grasas trans, pueden debilitar el sistema inmunológico e inflamarlo.

Además, ciertos nutrientes como las vitaminas C, A y D, junto con el zinc, son esenciales para una función inmune óptima. Un microbioma intestinal saludable, promovido por alimentos fermentados y ricos en fibra, también es fundamental para la salud inmunológica.

El estilo de vida y los hábitos cotidianos también son importantes para evitar enfermedades

Seguir una dieta mediterránea puede reducir el riesgo de contraer COVID-19 y potencialmente aliviar la gravedad de los síntomas. De todos modos, es importante recordar que la dieta es solo un aspecto de una estrategia del cuidado de la salud. Otros factores como el estilo de vida y los hábitos personales también desempeñan su papel.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.