Las proteínas son un elemento fundamental de cualquier dieta equilibrada, ya que juegan un papel clave en la salud y el bienestar general. Tanto si se tiene como objetivo mantenerse en forma como si se busca desarrollar masa muscular a través del ejercicio, son esenciales para alcanzar los resultados deseados. Entre todas, hay una en particular que se destaca por sus múltiples beneficios y es de las más utilizadas.
Es importante tener en cuenta que muchas personas incrementan su consumo de proteínas, especialmente para mejorar su rendimiento deportivo, ya que colaboran con la protección de las articulaciones, mejoran la fuerza y aumentan el metabolismo, lo que lleva a quemar calorías de manera más rápida. Aquellos que buscan aumentar su masa muscular a menudo recurren a suplementos alimenticios, pero es crucial comprender que estos no son una “solución mágica”, sino un complemento de un estilo de vida saludable y activo. Debido a esto, es esencial mantener una dieta equilibrada y baja en grasas, combinada con ejercicio físico regular.
En el ámbito de los suplementos alimenticios, hay tres tipos principales de proteínas en polvo: albúmina de huevo, caseína y suero de leche, siendo esta última la que proporciona mayores beneficios. Dentro de la categoría del suero de leche, se encuentran varios subtipos, como concentrados, aislados e hidrolizados.
El suero de leche, el suplemento proteico lleno de beneficios para la salud
Por lo que dieron a conocer en el sitio especializado de Cuerpo Mente, el suero de leche es el líquido que queda después de que la grasa y las proteínas se separan de la leche durante la producción de queso. Aunque su principal componente sólido es la lactosa, también contiene minerales, aminoácidos libres y la proteína del suero.
En la actualidad, el suero de leche dejó de ser un subproducto residual destinado únicamente a la alimentación animal y se convirtió en una valiosa materia prima. Se utiliza en la producción de diversos alimentos, como quesos fundidos, productos de panadería, confitería y embutidos. Además, las proteínas del suero se emplean en alimentos infantiles para mejorar su valor nutricional. También, muchas personas que practican deportes están interesadas en las proteínas del suero de leche, conocidas popularmente como “proteínas whey”. En el mercado, se pueden encontrar tres tipos:
- Proteína concentrada de suero de leche: contiene entre 70% y 80% de proteínas, junto con algo de lactosa y grasa, y suele tener un mejor sabor que otros productos.
- Suero de leche aislado: ofrece un contenido proteico del 90% o más, con menos lactosa y grasa, y carece de algunos de los nutrientes presentes en el concentrado.
- Proteína hidrolizada: se absorbe más rápidamente y estimula la secreción de insulina, facilitando su utilización por el organismo.
Con respecto a esto, un estudio publicado en el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism explicó que “el uso de suplementos de proteína de suero durante ejercicios de resistencia proporciona ciertos beneficios en comparación con realizar ejercicios de resistencia sin suplementación”. A su vez, se pudo comprobar que los hombres que consumieron suplementos de proteína de suero experimentaron un aumento relativamente mayor en la masa de tejido magro.
Las recomendaciones antes de consumirlo
Es importante tener en cuenta que el suero de leche se trata de una alternativa para quienes lo necesiten por consejo médico o para los deportistas, pero, en general, los nutricionistas recomiendan cubrir sus necesidades a través de una variedad de alimentos, ya que estos no solo proporcionan proteínas, sino también otros nutrientes esenciales. Las proteínas se encuentran en alimentos como la carne, el pescado, los lácteos, las legumbres, los cereales, los frutos secos y las semillas, siendo los productos de origen vegetal capaces de proporcionar todas las proteínas necesarias.
Aunque las proteínas del suero son fácilmente asimilables y efectivas para el desarrollo muscular, una dieta variada puede satisfacer todas las necesidades proteicas sin necesidad de recurrir a otras “predigeridas”, como el aislado o el hidrolizado de suero.