Durante la menopausia, muchas mujeres buscan maneras de aliviar los síntomas que afectan su bienestar diario, como son los sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal. Aunque los remedios caseros pueden ofrecer cierto alivio, la combinación de vitamina D y Omega 3 es recomendable para mejorar la salud durante esta etapa, advierte una especialista en el tema.

Beneficios de la vitamina D en la menopausia

La vitamina D desempeña un papel crucial en la salud ósea, especialmente durante la menopausia. En esta fase, la disminución de los niveles hormonales puede llevar a una pérdida acelerada de masa ósea, lo que incrementa el riesgo de osteoporosis.

En su cuenta de Instagram, la ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri subrayó que mantener niveles adecuados de vitamina D resulta esencial para contrarrestar este descenso.

Además, la vitamina tiene beneficios que van más allá de la fortaleza ósea. Por ejemplo, influye en la función cardiometabólica, ayuda a prevenir la resistencia a la insulina, la hipertensión y modula el sistema inmunológico. Esto último es particularmente relevante en la menopausia, ya que puede ayudar a reducir la inflamación sistémica, un factor que aumenta las constantes sensaciones de calor.

El papel del Omega 3 en la menopausia

El Omega 3, un tipo de ácido graso esencial que se encuentra en alimentos como el pescado y en suplementos, también juega un papel crucial durante la menopausia. Este nutriente es conocido por sus efectos antiinflamatorios y por su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. En este contexto, puede ayudar a mitigar algunos de los síntomas más incómodos.

La especialista destacó que el Omega 3, no solo contribuye a reducir la inflamación general, sino que también puede colaborar con la elasticidad e hidratación de la piel, que a menudo se ve afectada por los cambios hormonales. Este efecto beneficioso en la piel es una ventaja adicional, ya que la piel puede volverse más seca y menos flexible durante la menopausia.

Vitamina D + Omega 3: la efectiva fusión de ambos compuestos

La combinación de ambos nutrientes potencia los efectos positivos en la salud durante la menopausia. Mientras que la vitamina D modula la inflamación sistémica y protege contra la pérdida ósea, el Omega 3 complementa esta acción con sus propiedades antiinflamatorias y beneficios para la piel. Juntas, estas sustancias pueden aportar un enfoque integral para manejar los síntomas de la menopausia y mejorar la calidad de vida.

Por lo general, las mujeres entre 45 y 55 años experimentan la menopausia, que es una fase marcada por síntomas físicos y psicológicos como irregularidades menstruales y cambios de humor debido a una disminución natural de la función ovárica y una disminución en la producción de estrógeno.

Las mujeres dejan de menstruar al final de la menopausia, pero muchas continúan experimentando síntomas menopáusicos mucho después de que se les haya terminado el período. “Si no se tratan los síntomas de la menopausia, persistirán indefinidamente. La menopausia no es solo una fase”, afirmó Yeh Ru-Duan, director de la Clínica de Medicina China Jiapin de Taiwán a theepochtimes.

El estrógeno desempeña un papel crucial en la regulación de muchas funciones fisiológicas en las mujeres. Una disminución significativa de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede provocar diversos síntomas, incluidos sofocos y sudores nocturnos. Los sofocos son una sensación repentina de calor, a menudo acompañada de enrojecimiento de la piel, que puede comenzar en la cabeza y el pecho y extenderse por todo el cuerpo. Junto con ellos, las mujeres menopáusicas también pueden experimentar sudores nocturnos, que pueden causar una sensación de ardor en la espalda e interrumpir el sueño.