Los dos telones con el dibujo del Cavallino Rampante desplegados en la recta, debajo del podio del circuito de Monza, y los miles de tifosi que invadieron el dibujo, una señal del gigantesco valor del festejo que se desató en el Gran Premio de Italia. El himno nacional italiano, popularmente conocido como Fratelli d’Italia, lo entonaron desde el ganador Charles Leclerc hasta el jefe de equipo Frédéric Vasseur y Benedetto Vigna, director ejecutivo de Ferrari; también los mecánicos, que saltaron emocionados en la pista junto a la marea roja que tiñó cada rincón del autódromo para celebrar un triunfo singular, inigualable, el que más espera la factoría de Maranello y que en casa no disfrutaba desde 2019.

Leclerc sorprendió con la estrategia y quebró el favoritismo de los pilotos de McLaren, que partieron desde la primera fila y debieron contentarse con completar la folclórica ceremonia de una de las carreras más significativas del calendario de la Fórmula 1. Un nuevo golpe en un campeonato que resulta una montaña rusa, con impactos que marcan la imprevisibilidad de una temporada que presentó en sociedad al argentino Franco Colapinto (Williams) y tiene ocho capítulos por delante para consagrar a los campeones del año. Es el mejor estreno desde la presentación de Ricardo Zunino (Brabham), en el Gran Premio de Canadá de 1979.

Leclerc desató la locura con Ferrari en Monza y Colapinto tuvo una distinguida tarea

Te dije: para soñar”, abrió la radio Vasseur, para felicitar la tarea de Leclerc, apenas el monegasco cruzó la meta, tras el banderazo que bajó la exestrella del fútbol Alessandro Del Piero. En las tribunas, los fanáticos rugían tras una victoria que no entraba en los planes, pero que Ferrari hizo realidad. La frase del francés para su piloto, una referencia a la queja que el monegasco ensayó cuando la Scuderia lo convocó para ejecutar la que sería la única detención en el pitlane. “Para qué hicimos este undercut, porque no nos quedamos en la pista”, se quejó Leclerc, que veía cómo Lando Norris –el poleman que perdió el liderazgo con su compañero Oscar Piastri en el primer giro- le arrebataba el segundo puesto y McLaren marcaba el rumbo con un 1-2.

El ganador Charles Leclerc comparte una charla antes de la carrera con Franco Colapinto, el argentino que tuvo un estreno soñado en la Fórmula 1

Esa única detención, sin embargo, modificó el tablero. Ferrari, que arribó con actualizaciones para el modelo SF-24, demostró en la clasificación tener el auto con mayor velocidad de punta, con una diferencia de cinco kilómetros sobre los rivales. Era un aliciente para la carrera, aunque los autos demostraron a lo largo de la temporada un déficit con la gestión de los neumáticos. Descubrir cómo administrar la degradación era el desafío para establecer una estrategia diferente y ese reto cumplió a la perfección la Scuderia: lanzó a Leclerc por la victoria y utilizó a Carlos Sainz Jr., que a fin de año dejará la escudería para ser piloto de Williams, como escudero para ralentizar a Piastri y a Norris. El español finalizó en la cuarta posición, debajo del podio, aunque demoró el sobrepaso de los usuarios de McLaren y permitió que el monegasco tuviera una ventana tranquilizadora en los giros finales.

El resumen de la victoria de Leclerc y el estreno de Colapinto en Monza

Una grandísima estrategia, la máquina también. Se comportó muy bien el auto. Gracias, gracias, gracias”, apuntó Leclerc, desde el cockpit. Más tarde, durante la entrevista con Nico Rosberg, para la F.1, hizo un análisis global de la victoria: “Es un sentimiento increíble. Pensaba que la primera victoria, en 2019, sería única y especial, y que si se repetía no sería igual… No soy muy emocional, pero con ver las tribunas las emociones brotan: siempre hay alguien en las gradas que tiene un familiar en el equipo, por eso es especial para los tifosi, para Ferrari, para todos, ganar en Monza”, relató quien sumó su séptima victoria en 139 grandes premios, el segundo en 2024. “Mónaco y Monza son las dos carreras que quiero ganar cada temporada”, apuntó, quien este año ganó en los grandes premios del Principado, donde reside, y en Italia, donde Ferrari es un ícono mundial.

La pesadumbre de Lando Norris (McLaren), el poleman que perdió el primer puesto en la segunda curva del circuito de Monza y finalizó el gran premio en el tercer puesto; el británico dejó escapar una oportunidad para agigantar su sombra sobre el puntero del campeonato, Max Verstappen (Red Bull Racing)

La satisfacción de Leclerc y la de Colapinto, el argentino, de 21 años, se estrenó en la F.1 con un brillante duodécimo puesto con Williams –ejecutó maniobras de superación, administró los compuestos de los neumáticos, soportó físicamente la durabilidad de un gran premio que tuvo temperatura de 70° en el auto, superó la mejor posición de Loga Sargeant en las 15 citas anteriores…-, contrastó con la pesadumbre de los rostros de los pilotos de McLaren. “Consideramos durante toda la carrera la posibilidad de una sola parada, pero por la cantidad de graining era imposible para nosotros. Obviamente que algo decepcionando, pero ellos hicieron un mejor trabajo y así ganaron”, explicó Norris. Su compañero Piastri, expuso: “La estrategia era un signo de interrogación. En la posición que estábamos quizás era arriesgado ir a una sola detención. El neumático delantero izquierdo no aguantaría”. El ingreso del australiano para ensayar la segunda parada en boxes terminó por elevar la chance de Leclerc: “Dos o tres vueltas después de la detención de Piastri imaginé que podía ganar, porque el grip de los neumáticos era mejor con aire limpio”.

Charles Leclerc logró el tercer triunfo de Ferrari en el año: la Scuderia se impuso en los grandes premios de Australia,  con Carlos Sainz Jr., Mónaco y ahora Italia

Criticada en múltiples oportunidades por sus fallos de estrategia, Ferrari acertó un pleno en Monza. McLaren dejó escapar una oportunidad para que Norris se convierta en una gigantesca sombra de Max Verstappen, que advirtió a Red Bull Racing a encontrar el rumbo o defender las dos coronas será muy complejo: la escudería de Milton Keynes aventaja por ocho unidades a McLaren en el mundial de Constructores y el neerlandés, que acumula seis carreras sin triunfos y ayer finalizó sexto, por 62 puntos a Norris, con ocho fechas para el desenlace del calendario.

 Es el mejor estreno desde la presentación de Ricardo Zunino (Brabham), en el Gran Premio de Canadá de 1979

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.