El yogur y las frutas son ampliamente reconocidos como alimentos saludables. Muchos los incluyen en sus dietas diarias buscando beneficios para la salud. Sin embargo, investigaciones sugieren que consumir exclusivamente estos alimentos en comidas principales como cenas y almuerzos puede no ser tan beneficioso como se espera. Aunque tienen la reputación de ser ideales para mantenerse en forma o perder peso, el abuso de estos puede llevar a problemas de salud no anticipados.

En el caso del yogur, algunos estudios refutan la idea de que su consumo está vinculado a una buena salud. Por ejemplo, en el análisis de una muestra de más de 4.000 personas, se analizó la relación entre el consumo regular de este lácteo y la calidad de vida relacionada con la salud. Los resultados indicaron que no se encontró ninguna relación entre su consumo y la mejora de los parámetros físicos y mentales analizados.

Qué pasa si como yogur con frutas todos los días

Al mismo tiempo, un atributo no muy beneficioso que los expertos denuncian son las altas cantidades de azúcar. Si bien el yogur natural puede ser un alimento bajo en calorías y rico en nutrientes, especialmente en proteínas, la mayoría de los que se consumen son artificiales. Esto es un problema porque muchos fabricantes añaden azúcar, edulcorantes artificiales y otros ingredientes poco saludables. A veces, los productos superan los 15 gramos de azúcar por porción, lo cual puede generar severas enfermedades ligadas a la glucosa y la presión sanguínea. Lo mismo aplica para aquellos que contienen edulcorantes artificiales.

De todos modos, el mayor potencial de daño de este alimento es cuando se presenta en productos empaquetados que dicen estar hechos con yogur real. A menudo, se trata de cereales y barras con una cobertura cremosa encima. Estas mezclas son producidas con exceso de aceite, azúcar y polvo de yogur. En el caso de este último ingrediente, resulta ser dañino para la salud, ya que está tratado en base a calor, y este mata a las bacterias que podrían favorecer la salud.

Asimismo, artículos especializados señalan los riesgos del consumo exclusivo de frutas en lo que en ocasiones se llama “una dieta frutaria”. Las frutas, a pesar de ser ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, también contienen azúcares naturales, como la fructosa, que pueden impactar negativamente en el metabolismo si se ingieren en grandes cantidades. Demasiada fructosa puede llevar a problemas metabólicos, como la resistencia a la insulina y el aumento de los niveles de triglicéridos en sangre, ambos de los cuales son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. En este sentido, son similares a los yogures.

Las frutas, a pesar de ser ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, también contienen azúcares naturales

Además, si bien algunas frutas pueden ser beneficiosas para la digestión por su alto contenido en fibra, un consumo excesivo de fibra proveniente de las frutas puede causar malestares gastrointestinales, como hinchazón, gases y diarrea. Aun si se balancea la ingesta de frutas con una hidratación adecuada para minimizar estos efectos secundarios, continuará teniendo efectos negativos si es el único plato incluido en la dieta.

Por último, otros expertos también apuntan al impacto no deseado en el peso corporal. Aunque las frutas suelen ser bajas en calorías en comparación con otros alimentos, su contenido en azúcares puede contribuir a un aumento en la ingesta calórica total, en especial si se consumen en cantidades abundantes. Esto es especialmente relevante para las personas que buscan controlar su peso, ya que un alto consumo de frutas puede dificultar la pérdida de peso o incluso contribuir al aumento del mismo.

La clave está en el balance

Los expertos explican por qué resulta problemática esta dieta frutaria o “yogur-only”. Ellos creen que cualquier régimen alimentario que solo priorice un tipo de comida específica siempre traerá problemas, ya que esa exclusividad a menudo es una señal de planes muy poco equilibrados. En otras palabras, cuando se desplazan otros alimentos, como carnes o verduras, para favorecer a estos supuestos alimentos saludables, en realidad se corre el riesgo de incurrir en varias enfermedades.

Para asegurar una nutrición adecuada, es esencial diversificar los alimentos en cada comida. Los expertos subrayan la importancia de que almuerzos y cenas incluyan una combinación de verduras y proteínas para garantizar el aporte de todos los nutrientes esenciales. En este esquema, frutas y yogures juegan un rol complementario, ideales para momentos de menor apetito o malestar estomacal.

En un estudio de 4.000 personas no se encontró ninguna relación entre el consumo de yogur y la mejora de los parámetros físicos y mentales analizados

Los desayunos y meriendas también deben ser completos, y es bueno elegir alternativas como tostadas integrales y huevos revueltos para iniciar el día con energía. El yogur, beneficioso por sus probióticos, vitaminas y minerales como el calcio y el zinc, es perfecto para las meriendas, aunque su consumo no debe excederse para evitar efectos adversos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta saludable incluye una amplia gama de frutas y verduras, al menos 400 gramos diarios, para prevenir enfermedades crónicas. Se recomienda complementar con carnes magras, legumbres, nueces y granos enteros. Limitar las grasas saturadas y trans, azúcares añadidos y sal es crucial para mantener la salud cardiovascular y prevenir la obesidad.

Además, es vital moderar el tamaño de las porciones y controlar la ingesta calórica, y complementar la dieta con actividad física regular y una hidratación adecuada para facilitar los procesos digestivos y mantener el bienestar general.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.