No todo lo que brilla es oro: en medio del evento que se dio en llamar “Cris Morena Day” y que puede considerarse uno de los más grandes acontecimientos artísticos del año -en un momento hubo casi 400.000 personas mirando el vivo- se produjo un momento muy tenso y muy incómodo entre La China Suárez y Cris Morena, factotum de todos esos éxitos que siguieron los adolescentes durante las décadas del 90 y del 2000.
La fiesta fue organizada por el canal de stream Olga -que en este tipo de cuestiones le saca una clara ventaja al resto de las emisoras de ese tipo pero sobre todo a Luzu, su gran rival- consistió en reunir en un escenario y en una charla a la creadora de aquellos sucesos televisivos y teatrales (Floricienta, Rebelde Way, Casi Angeles, etcétera) con una gran parte de los elencos.
Una suerte de “juntada” que sucede casi 15 o 20 años después. Aquellos niños o adolescentes que aparecían en la tele y de la noche a la mañana se convertían en figuras hoy son padres, o madres, o están separados, o viven en el exterior, o han desaparecido por completo del ruido mediático como Camila Bordonaba, quien no pudo ser ubicada y no asistió a esto que se pareció a una “reunión de egresados” pero con mucha gente mirando.
En medio de un mar de emociones, recuerdos, anécdotas, ovaciones, gritos, alaridos y demás demostraciones de afecto sucedió algo tenso. Un instante “duro” -quizás el único- donde dos de las máximas figuras de la noche, la mismísima Cris Morena y nada más y nada menos que la China Suárez, una de las artistas que más vuelo propio tuvo al salir de ese “equipo”, se dijeron un par de cosas fuertes y dejaron en claro que por sobre todo son dos mujeres con caracter de hierro.
ASI FUE LA DISCUSION A GRITOS DE CRIS MORENA Y LA CHINA SUAREZ EN PLENO EVENTO
Cris quiso hacer una suerte de comentario “mitad en broma mitad en serio” y le recordó a la China los gritos que se escuchaban en su camarín por cuestiones que tenían que ver con sus amoríos de aquella época: celos, rencillas, peleas, discusiones. Nada que no tenga que ver con la lógica efervescencia adolescente. “Los gritos de Tacho y Nico y la China en los pasillos. ¡Por favor!”, intentó jugar la dueña del negocio.
“¿Pero qué, peleándose?” le preguntó Nati Jota, la maestra de ceremonias del evento. Cris ahí ya no jugó ni se anduvo con medias tintas: “¡¡Matándose, matándose a los gritos!!”. “Era mucha, era mucha la convivencia”, se defendió la China, pero Cris replicó de inmediato “¡Estaban demasiado enamorados!”. Y si bien Nati Jota trató de mediar con un “trabajar con tu pareja no está bueno”, la China la cortó para meterle un estiletazo fulminante a su ex jefa: con cara de yo no fui y tono muy irónico le tiró “Pero Cris… ¿vos no sos de pelearte, no? Naaaaaa, cero gritos cris. ¡No grita nada!”. Con elegancia… se dijeron de todo.