El esquema de acceso al mercado oficial de cambios para importaciones cambiará este viernes y tendrá su impacto sobre las reservas. La mayor demanda de los importadores ejercerá más presión, en un contexto de menor oferta por estacionalidad, por lo que al Banco Central se le hará más difícil seguir comprando divisas.
Si bien el mercado celebra la flexibilización de los controles cambiarios, que en este caso acorta de cuatro a dos cuotas los pagos en concepto de importaciones, al mismo tiempo preocupa la dinámica que mostrarán las reservas internacionales del BCRA, que aún se mantienen en terreno negativo en términos netos.
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Con el nuevo calendario de acceso al mercado oficial de cambios para los importadores, que empezó a aplicar desde el 1 de agosto, más de la mitad de los pagos de importaciones se reducirá a la mitad. Pasará de pagarse en cuatro cuotas de 25%, en 30, 60, 90 y 120 días, a hacerse en dos cuotas del 50%, en 30 y 60 días.
La mayor complejidad para el BCRA es que desde este viernes y durante los próximos tres meses se solapará parte del viejo y nuevo calendario. La demanda respecto a las importaciones devengadas, que en agosto fue del 100%, subirá al 125% en septiembre y noviembre. Por el cruce de esquemas, la mayor presión se dará en octubre, con el 150%.
¿Se corta la compra de dólares?
Los operadores del mercado afirman que la seguidilla de compras de divisas que registró el Banco Central en las últimas semanas, a pesar de la estacionalidad negativa para el complejo agroexportador, se debe a que cayó significativamente la demanda de divisas por parte de los importadores en el mercado oficial de cambios.
La menor demanda se habría generado a partir de la conjugación de dos factores. Por un lado, menores importaciones de energía debido al cambio estacional. Por otro, el retraso de importaciones por la espera a la reducción de la alícuota del impuesto PAIS, que en septiembre bajará del 17,5% al 7,5%, por lo que los importadores prefieren esperar.
“La menor demanda privada de divisas más que compensó la caída en la oferta de los exportadores. Su baja se vio moderada debido a que los precios locales de la soja y maíz se mantuvieron relativamente estables, sin reflejar (por ahora) el desplome en los precios de los commodities agrícolas a nivel global”, destaca el equipo de research de PPI.
Sin embargo, resalta que, si bien algunas empresas podrían haber postergado sus importaciones a la espera de la baja de la alícuota del impuesto PAIS, que implica un tipo de cambio efectivo 8,2% menor respecto al actual, otras pueden haberse visto imposibilitadas por la naturaleza del negocio.
Por lo tanto, advierte que la demanda privada de divisas en el mercado oficial de cambios que se observó en las últimas semanas habría sido un piso y a partir de ahora sólo podrá acelerarse, lo que probablemente se traducirá en un desempeño más magro para el BCRA en materia de compra de dólares para las reservas a través de esta vía.
De acuerdo con Consultatio, considerando las importaciones devengadas de bienes hasta el momento y estimando que asciendan a u$s 5000 millones en agosto, el próximo mes debería aumentar a alrededor de u$s 7500 millones, aunque podría ser más debido a la dilatación de pagos que se dio en las últimas semanas.
“En términos relativos, durante el próximo mes la demanda de divisas en el mercado oficial para pagos de importaciones superaría el 150% de los devengamientos. Para que se entienda: el Banco Central deberá entregar en octubre casi el doble de dólares para importaciones que los que entregó en junio”, advierte el bróker de Bolsa.