El blanqueo impulsado por el Gobierno puso como fecha de corte para todos los bienes, activos o efectivo que se tuvieran hasta el 31 de diciembre de 2023. La fecha fue fijada inicialmente con la expectativa de que el trámite legislativo tuviera una resolución cercana. Sin embargo, la demora que implicó hizo que el blanqueo entrara en vigencia el 18 de julio.

Este plazo de seis meses que quedó en el medio entre la fecha de corte y la entrada en vigencia del régimen de regularización de activos generó quejas de los contribuyentes y los distintos estudios contables y de abogados que asistían en el blanqueo a los usuarios.

Las quejas sobre la fecha de corte se acumulan en especial en lo referido a los cambios en el patrimonio que se hayan dado en los seis meses que van del año y los cambios en la valuación de los activos.  

Consultados sobre la posibilidad de cambiar la fecha de corte o de finalización de la primera etapa, desde el Ministerio de Economía aseguraron que no se cambiará ninguna de las dos.

Qué problemas hay con la fecha de corte

Uno de los dilemas más marcados por los tributaristas es que el patrimonio haya cambiado de forma durante ese período.

Alejandro Mora, socio responsable del departamento tributario del estudio Tanoira Cassange, explicó que esto puede darse en los casos que un contribuyente tenía una propiedad antes del 31 de diciembre de 2023 y la vendió este año, no puede registrar el dinero. Lo mismo ocurre en el caso contrario. El problema es que el contribuyente ya no tiene el bien/dinero que tenía previamente.

“Si en 2024 compraste una propiedad no la vas a poder blanquear porque no la tenías al 31 de diciembre, y tampoco podes blanquear el dinero, porque si o si lo tenes que depositar. Esos casos no pueden acceder al blanqueo y puede atentar contra la suerte del régimen”, explicó.

Otra de las dificultades que surgen es el cambio en la valuación de los activos. En el caso de poseer activos en diciembre que hayan perdido valor en los últimos meses, pero que a la fecha de corte tuvieran un valor superior, registrado en la documentación probatoria, por lo que se tomará con ese monto.

Diego Fraga, abogado y profesor de la Maestría en Derecho Tributario de la Universidad Austral, agregó que otra problemática se da con las cuentas en el exterior que abrieron el año pasado quienes facturan afuera del país. En estos casos, podrán declarar las tenencias en esas cuentas hasta la fecha de corte, pero lo que haya seguido facturando no entrará en el blanqueo.

La otra fecha de la polémica

Otra preocupación que se suma y que también está vinculada a la reglamentación es la fecha de finalización de la primera etapa (30 de septiembre), ya que es en la única en la que se puede ingresar con efectivo.

El reclamo de extensión de la etapa 1 fue compartido por el asesor del Ministerio de Economía, Felipe Nuñez, que compartió en X una publicación que decía: “Falta CERA a todo esto (en referencia a los créditos al sector privado) que se verá muy fuerte desde septiembre y especialmente octubre. Ojalá extiendan la fase 1. A medida que se vea las cosas que se pueden hacer y comprar, la gente se comenzará animar. Las CERA serán un instrumento de monetizar la economía en dólares excepcional”.

Mora agregó que el fin de la etapa uno deja muy poco tiempo para los procesos que deben realizarse para entrar en ese período, en el que si o si debe ingresar el efectivo y para la que se espera que tenga mayor efecto sobre las inversiones autorizadas y la dinamización de algunos sectores muy golpeados, como la construcción.

“Desde que entró en vigencia hasta la fecha de fin de la etapa 1 quedó muy poco tiempo. Esto puede atentar contra el éxito del blanqueo. Esa fecha estaba en el proyecto original, que se esperaba sancionar en enero. La idea era que los contribuyentes tuviesen bastante tiempo para decidir. Iban a ser 4 meses aproximadamente, porque estaba previsto su corte al 30 de mayo en el texto original”, explicó Mora.

La etapa vigente comenzó el 18 de julio y finaliza el 30 de septiembre, lo que dejó poco más de 2 meses para que los contribuyentes presenten la documentación, creen las cuentas, depositen o giren los fondos desde el exterior. Dado el bajo costo de este blanqueo, la etapa 1 es especialmente relevante ya que se esperaba que dinamice algunas actividades de la economía a través de la inversión, ya sea la construcción (con menos del 50% de avance) o los créditos pymes.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.