Mariano Navone es, sin dudas, una de las apariciones más destacadas de la temporada en el circuito tenístico. El jugador de 23 años, nacido en la localidad bonaerense de 9 de Julio, continúa dando valiosos pasos en el tour. Durante su primera experiencia en el cuadro principal del US Open, demostró su evolución en los grandes escenarios sobre superficie dura. En el court número 4, venció por 1-6, 6-2, 6-4 y 6-1 al alemán Daniel Altmaier (89° del ranking, 47° en octubre del año pasado).
Un rato más tarde, hubo otro impacto argentino. Facundo Díaz Acosta, de la misma edad y bajo el calor de una temporada que jamás olvidará, consiguió el triunfo de su vida: el primer impacto en un Grand Slam.
Número 125 del mundo en enero pasado, el ranking en vivo lo coloca en el puesto 32° del ATP Tour (fue 29° en junio pasado). Frente a Altmaier, Navone, que es entrenado por Andrés Dellatorre, logró su segunda victoria en un main draw de Grand Slam (la primera fue en la ronda inicial del último Roland Garros, frente al español Pablo Carreño Busta). El triunfo en la Gran Manzana llegó en un momento ideal, ya que el argentino había completado la gira norteamericana sobre superficie dura sin éxitos, cayendo en el debut de Montreal, Cincinnati y Winston-Salem.
“Venía de muchas semanas difíciles, de varias derrotas, la gira de césped había sido difícil, llegué acá con un montón de dudas, no me podía acomodar en el arranque del partido. No sabía de qué agarrarme. En un momento hasta lo moví de lugar a mi viejo (Luis; su mamá es Analía); le dije que fuera más arriba. Me pude concentrar mucho más. El sonido de la pelota fue distinto. Me di cuenta de que puedo jugar bien acá, en esta superficie; tengo que creérmela un poco más. El triunfo significa un montón por eso”, describió Navone en ESPN.
En la actual temporada, Navone no deja de derribar barreras personales. El jugador argentino alcanzó sus dos primeras finales ATP (perdió en Río de Janeiro y Bucarest), compitió por primera vez en los Juegos Olímpicos (en París 2024 llegó a la segunda rueda) y, ahora en Nueva York, se dio el gusto de triunfar por primera vez en el circuito grande sobre cemento. Su último festejo profesional sobre esa superficie había sido en el circuito Future, en el M15 de Sharm El Sheikh (Egipto), en noviembre de 2020. Otra vida.
“En un partido a cinco sets todo es distinto. Cuando gané el tercer set pensé que en otros torneos ya estaría en las duchas y todos contentos, pero sin embargo tenía que seguir luchando. Acá faltaba lo peor, que era el cuarto y el quinto set. Me pude amigar con el sufrimiento. Me siento reflejado en Diego (Schwartzman), que ganó miles de partidos acá, así que me focalicé un poco en eso”, apuntó Navone, que en la segunda ronda del último Grand Slam de la temporada se medirá con el británico Daniel Evans, que derrotó al ruso Karen Khachanov por 6-7 (6-8), 7-6 (7-2), 7-6 (7-4), 4-6 y 6-4, en lo que se convirtió en el partido más largo de la historia del US Open: 5h35m, por delante de los 5h26m del encuentro que Stefan Edberg le ganó a Michael Chang en 1992 (6-7, 7-5, 7-6, 5-7 y 6-4). Evans, 184° del ranking, levantó un 0-4 en el quinto parcial.
Lo mejor del triunfo de Navone
Un rato más tarde, perdió Federico Coria, falto de confianza en la temporada. Nuno Borges rubricó la victoria sobre el argentino en tres parciales (6-2, 6-4, 6-1), en la presentación del del US Open 2024; ahora, el portugués jugará ante el australiano Thanasi Kokkinakis en la próxima instancia. Casi inmediatamente, se produjo otro impacto.
Al igual que Navone, Facundo Díaz Acosta consiguió su primer triunfo en Nueva York. Y algo más: el primer éxito en un Grand Slam. Se impuso por 6-1, 6-4 y 6-2 sobre el francés Hugo Gaston y sigue en carrera. Tan emocionado estuvo, que se abrazó con todos, también con su padre Pedro, luego del enorme triunfo. Este jueves chocará contra otro zurdo, el británico Jack Draper.
Fue un partido sensacional del argentino, que tuvo el control absoluto del espectáculo. Sus números así lo certifican: 3 aces, 76% de puntos ganados con el primer servicio, 19 golpes ganadores y 19 errores no forzados.
Luego de cuatro intentos, pudo romper el maleficio, el ganar por primera vez en un grande. La temporada pasada había perdido en los debuts de Roland Garros (frente a Jason Kubler) y US Open (contra John Isner). Este año, la historia se repitió en las primeras etapas de Melbourne y Wimbledon, al caer frente a Taylor Fritz y Cameron Norrie. Todo cambió una tarde de agosto de 2024. Una tarde que no olvidará jamás.
En mayo pasado, sufrió un duro golpe. En una temporada soñada, en la que ganó su primer título ATP, nada menos que en Buenos Aires, Díaz Acosta se topó con un obstáculo que no le permitió actuar en Roland Garros ni en los Juegos Olímpicos, ya que al ausentarse del Bois de Boulogne no pudo sumar puntos para el ranking que le permitían estar entre los mejores cuatro singlistas argentinos y clasificarse para París 2024. No pudo recuperarse de un edema óseo clavicular y debió confirmar su ausencia del major francés. Ahora, todo es alegría.
En cambio, Nadia Podoroska se despidió con una dura caída frente a la rusa Diana Shnaider por 6-0 y 6-1, en apenas 51 minutos. Shnaider, 18ª del ranking, capturó las cinco chances que tuvo sobre el saque de Podoroska, y la rosarina falló los cuatro break-points disponibles. Podoroska sólo ganó tres puntos con su segundo saque.
El programa del miércoles
Francisco Cerúndolo (29°) y Tomás Martín Etcheverry se enfrentarán desde el mediodía en el primer turno de la jornada, en el court 12, por un lugar en la tercera ronda. En los otros cotejos con representantes argentinos, Sebastián Báez (21°) se enfrentará con el neerlandés Tallon Griekspoor (40°) en el segundo cotejo de la cancha 13, y Francisco Comesaña (108°) tendrá un fuerte desafío contra el francés Ugo Humbert (17°) en el tercer duelo en el court 7.