En el año 1955 se encontró bajo la Catedral de Santiago de Compostela un osario. Setenta años después, un equipo de científicos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología logró determinar mediante análisis de ADN que los restos allí depositados pertenecen a Teodomiro, el obispo que descubrió la tumba de Santiago apóstol y dio origen al mayor camino peregrino de España.

Si bien el osario tenía en su lápida una inscripción que indicaba que allí estaban los restos del prelado, un estudio realizado en los años 80 había puesto en duda esa atribución al plantear que se trataban de los restos de una mujer y no de un hombre. Finalmente, la incertidumbre se despejó este año, con la confirmación mediante análisis osteológicos y biomoleculares.

Para la feligresía católica y la investigación científica e histórica el hallazgo es de gran relevancia porque hasta el momento no había indicios arqueológicos concretos de la existencia del religioso. De hecho, muchos consideraban que se trataba de una figura legendaria vinculada a los relatos de descubrimiento, como detallan en el artículo científico de la investigación publicado por la Universidad de Cambridge y difundido por la Fundación Catedral Santiago.

El descubrimiento de la tumba de Santiago

La historia otorga a Teodomiro el rol de ser el descubridor de la tumba de apostólica de Santiago después de una revelación divina entre los años 820 y 830 d. C., lo que convirtió a Santiago de Compostela, en el norte de España, en uno de los centros espirituales clave en el mundo cristiano.

En el año 1955, un equipo dirigido por el arqueólogo Manuel Chamoso Lamas, descubrió una lápida en la Catedral de Santiago con la inscripción del obispo Teodomiro y la data de muerte 20 de octubre de 847 d. C. Debajo, como quedó documentado, también hallaron los restos fragmentarios de un individuo, que asumieron que era el propio Teodomiro.

Hallazgo arqueológico: con un ADN identifican los restos de Teodomiro, el obispo que descubrió la tumba del apóstol Santiago

Veinte años después, esa afirmación fue puesta en duda por una reevaluación osteológica basada en fotografías que planteaba que los restos pertenecían a una mujer. La incógnita persistió hasta este año, cuando los investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología afirmaron que el análisis osteoarqueológico y el radiocarbono que realizaron sobre los huesos “apoyan el argumento de que es probable que este individuo sea el obispo Teodomiro”.

En esa línea, los investigadores destacan que el estudio enfatiza “el papel vital de las ciencias arqueológicas en la elucidación de la identificación de figuras históricas, ya sea por afirmación o refutación” que permite “enriquecer nuestra comprensión del pasado y de los individuos que lo habitaron”.

Cómo se hizo el estudio

Según detallan en el artículo, para el estudio se tomaron dos incisivos, un premolar y una costilla para el análisis de isótopos estables, la data por radiocarbono y el análisis de ADN. Como resultado, se comprobó que los restos humanos pertenecían a un solo individuo “identificado como un hombre adulto mayor con una complexión grácil”. La edad estimada es de 45 años, y la datación de los huesos lo ubica en el período 673-820 d. C.

“Dada la evaluación osteoarqueológica de una edad de más de 45 años en el momento de la muerte, la hipótesis de que los restos corresponden a Teodomiro podría significar que fue nombrado obispo en una etapa temprana”, detallan en el reporte.

El camino de Santiago

¿Qué comía el obispo que descubrió la tumba de Santiago?

También los estudiosos lograron identificar aspectos relativos a la alimentación de la persona y explicaron que llevaba una dieta mixta, “pero con un aporte de proteínas animales más debajo de lo que se esperaría para el estatus social otorgado a un obispo”.

En ese sentido, los científicos argumentan que basándose en ese resultado es posible afirmar que Teodomiro tenía una alimentación basada en “las reglas de San Fructuoso” que establecía que la dieta de un monje debía evitar estrictamente la carne, especialmente de los cuadrúpedos.

Se comprobó que los restos humanos pertenecían a un solo individuo “identificado como un hombre adulto mayor con una complexión grácil”

Finalmente, entre otros datos relevantes para la comprensión profunda de la historia de Teodomiro, pero también de la época, el estudio resalta que “es probable que Teodomiro fuera una de las primeras personas enterradas en los alrededores de la primera capilla, que fue construida por orden de Alfonso II”, ya que el resultado radiocarbónico confirma que, hasta la fecha, es el individuo datado más antiguo en toda la necrópolis medieval de la Catedral de Santiago de Compostela.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.