La memoria a corto plazo desempeña un papel clave en nuestro día a día, por lo tanto, es fundamental tener en cuenta 6 hábitos saludables para cuidarla y estimular el cerebro.
Cada uno de estos hábitos saludables es fundamental para proteger tu función cognitiva. Conocé cada uno de ellos y cómo incorporarlos de manera efectiva en tu vida diaria.
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Hábitos para cuidar la memoria a corto plazo: descansar
El descanso adecuado desempeña un papel vital en el funcionamiento óptimo de nuestra memoria a corto plazo. Durante el sueño, nuestro cerebro refuerza las conexiones neuronales y procesa la información recopilada durante el día, lo que es fundamental para mantener una memoria nítida y efectiva. Es por eso que se recomienda dormir entre 7 y 9 horas.
Tener una alimentación saludable
Además de un descanso adecuado, la alimentación desempeña un papel fundamental en la salud de nuestra memoria. Acá te presentamos algunos consejos clave para mejorar las funciones cognitivas a través de una dieta equilibrada:
- Incorporá ácidos grasos omega-3: estos ácidos grasos son esenciales para el funcionamiento cerebral y se encuentran en alimentos como el pescado, las nueces y las semillas de lino.
- Aprovechá los antioxidantes: los antioxidantes protegen las células del cerebro del daño oxidativo y se encuentran en alimentos como los arándanos, el cacao y las verduras de hojas verdes.
- No te olvides las vitaminas: las vitaminas B, C y E son importantes para la salud cerebral. Encontralas en alimentos como los huevos, las frutas cítricas, los frutos secos y las semillas.
- Reducí el consumo de alcohol y tabaco: estos hábitos pueden afectar negativamente la memoria a corto plazo y la función cognitiva en general.
Regulá la hormona del estrés
Mantener el cortisol bajo control es esencial para preservar la salud mental. Esta hormona se libera en momentos de estrés, tanto físico como emocional. Aunque el estrés es parte normal de la vida, regularlo adecuadamente es importante para evitar sus efectos negativos en el cerebro.
Actividades como la práctica de ejercicio físico, la meditación, pasar tiempo al aire libre y desconectar de los dispositivos tecnológicos pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol y promover la tranquilidad mental.
Hábitos para cuidar la memoria a corto plazo: hacer deporte
El ejercicio físico es beneficioso para la salud del cuerpo, y también tiene un impacto significativo en el funcionamiento del cerebro. Al mover el cuerpo, se aumenta el flujo sanguíneo en todo el organismo, lo que contribuye a un mejor rendimiento cerebral.
Según la Mayo Clinic, este aumento del flujo sanguíneo puede tener un efecto positivo en la memoria. Se recomienda dedicar al menos 150 minutos a la semana a la actividad física.
Hacer ejercicios mentales
Mantener la salud cognitiva es clave para un funcionamiento mental óptimo. Realizar ejercicios mentales como crucigramas, Sudokus, resolver rompecabezas y aprender nuevas habilidades son actividades que pueden contribuir significativamente a este objetivo.
Incorporar estas actividades en la rutina diaria puede ser una estrategia efectiva para fortalecer la salud cognitiva y mantener una mente ágil y activa.
Evitar las distracciones y practicar la organización
Otra estrategia para mejorar la memoria a corto plazo implica desarrollar habilidades de organización. Es útil anotar las responsabilidades y las actividades diarias en una agenda o cuaderno. Además, llevar un registro escrito a mano de las actividades realizadas durante el día puede tener un impacto positivo en la memoria.