El miércoles 5 por la tarde en un bar a metros del Ministerio de Economía el gobernador de Neuquén, Rolando ‘Rolo’ Figueroa, se sentó a tomar un café con la senadora Lucila Crexell, un voto en duda y una de las firmantes -en disidencia- de los dictámenes de la Ley Bases y del paquete fiscal cuya aprobación urge a Javier Milei. El neuquino salía de una reunión en el despacho de Guillermo Francos. Fue el sexto de ocho mandatarios provinciales que esta última semana firmó convenios para la finalización de obras públicas con alto grado de ejecución.
Crexell le ratificó a su gobernador que delega en él las facultades para negociar con los funcionarios de Javier Milei. Le repitió que votará a favor de las leyes en general y de algunos artículos clave aunque no acompañará todos los capítulos propuestos.
Algunas versiones circunscribían el apoyo de Crexell a una embajada prometida en la Unesco. Incluso el radical Pablo Cervi ya se preparaba para ser su reemplazo. En cambio cerca de la senadora descartan la posibilidad de que el freno a esa postulación influya sobre su voto en el Senado y recuerdan que había conversado sobre su plan de dejar el Congreso con Patricia Bullrich cuando la actual ministra de Seguridad aún estaba en la carrera presidencial. En abril resurgió esa posibilidad que luego quedó congelada. De todos modos cerca de la senadora insisten en que el cambio de planes no modifica su voluntad a favor de las leyes de Javier Milei.
Gobernadores en la Rosada
Lo que se vio esta semana en el desfile de figuras por la Casa Rosada develó el esfuerzo por sostener las leyes voto a voto y apurar el reversionado Pacto de Mayo. En medio de la crisis desatada en el Ministerio de Capital Humano con Sandra Pettovello, Milei dio la instrucción de apurar las gestiones políticas, aprobar las leyes e ir por las reformas de segunda generación.
Incluso se lo oyó muy duro al explicar por qué echó a Nicolás Posse. “Se había convertido en un embudo ineficiente”, comentó lapidario sobre el exjefe de gabinete con quien forjó amistad trabajando para el empresario Eduardo Eurnekian.
Milei es mucho más elogioso cuando se refiere a Guillermo Francos, un “tremendo soldado” en los términos bélicos con los que describe a su gestor. Le pidió que asuma plenamente el rol de coordinador y que agilice todo lo pendiente para ir por la segunda etapa, un relanzamiento del gobierno liberal libertario. La Ley Bases y el DNU que presentó en diciembre apenas son una primera parte que contiene sólo un cuarto de las reformas que quiere.
En el segundo semestre del año el Gobierno irá por todos los artículos que descartó en la Ley Bases, concesión que sólo hizo a cambio de los votos de la oposición ‘amigable’. Eso incluye la eliminación de más regulaciones, apertura de mercados y “mayor libertad para los individuos”, según promete el jefe de Estado.
En Jefatura de Gabinete no lo dicen pero a cambio de esos consensos Nación financiaría un mínimo porcentaje de las obras reclamadas por gran parte de las 23 provincias. En esa ecuación no se cuenta a la Ciudad de Buenos Aires a la que aún le deben el cumplimiento del fallo de la Corte que repuso parte de las transferencias nacionales.
De las 23 provincias sólo habría obras para aquellas que acompañen al Gobierno Nacional y lo mismo ocurre con los Aportes del Tesoro de la Nación que sólo se transfieren para cubrir emergencias fundamentadas como catástrofes por incendios o inundaciones, tal el caso de Chubut o la provincia de Corrientes.
Axel Kicillof por ejemplo no ha tenido aún respuesta para sus reclamos por las rutas, viviendas, escuelas, universidades y hospitales que están frenadas en Buenos Aires y por las que Gabriel Katopodis pidió ante el propio Francos. Sin embargo el jefe de las relaciones diplomáticas con la jefatura de Gabinete, Katopodis, es la misma persona que este fin de semana recorrió estaciones de trenes convocando a la movilización contra las leyes del Gobierno el próximo miércoles.
También una parte del sindicalismo, empujada por los dirigentes más cercanos al kirchnerismo como Pablo Moyano, Hugo Yasky o ‘Paco’ Manrique protestarán frente al Congreso de la Nación y medirán fuerzas.
El peronismo apunta a poner en jaque las reformas mileistas después del triunfo que logró gran parte de la oposición esta semana en Diputados. Tal vez por eso Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados de indiscutida sintonía con Karina Milei, anunció un aumento de las dietas de los diputados en tres cuotas. Dentro de tres meses los legisladores cobrarán en mano alrededor de $2,2 millones, cinco millones menos que los senadores.
“El Presidente no está de acuerdo, yo no estoy de acuerdo, pero tengo que garantizar el funcionamiento de la cámara” justificó ante este diario el riojano después de comprobar que algunos diputados no pudieron viajar a las reuniones de comisiones o incluso que durmieron en sus despachos.
En ese clima de tensión y para evitar un nuevo fracaso Victoria Villarruel se puso al frente de la estrategia en el Senado junto a Francos y al vicejefe de Gabinete José Rolandi. La Vicepresidente teme una sesión desordenada y al ruido político de los 33 senadores que integran el interbloque de Unión por la Patria y que tendrán apoyo gracias a la protesta en la calle.
“Cada vez que abrís el recinto puede haber problemas” advierten especialmente después de que la UCR se uniera a Hacemos Coalición Federal y a Unión por la Patria en Diputados para dar media sanción a una nueva fórmula y un aumento jubilatorio. En ese contexto la titular del Senado le pidió colaboración al jefe del bloque radical, Eduardo Vischi.
“La oposición marcó esta semana la agenda legislativa”, subrayaban en su entorno quienes esperan el cumplimiento de “mucha palabra empeñada”.
El viernes la noticia la dio Martín Lousteau como único firmante de un dictamen de minoría en el que nadie lo acompañó a pesar de ser presidente de la UCR. Su propuesta es prácticamente una nueva ley que incomoda a sus correligionarios. El texto no alcanza a seducir al peronismo para replicar el acuerdo que tuvo lugar en la Cámara baja aunque Unión por la Patria analiza si acompaña algunos artículos de Lousteau para hacer caer algunos de la versión mileista.
“El Gobierno sólo modificó cosas cosméticas, no de fondo”, advirtió el porteño que por ejemplo cuestiona el nuevo blanqueo, la reversión de Bienes Personales y Ganancias por beneficiar a los más ricos por sobre el resto. El dictamen de la mayoría permite adherirse a quienes ya se presentaron a blanqueos anteriores en cambio se prohibe en el de Lousteau, no. El 92% de quienes blanquearon dólares durante la gestión de Mauricio Macri provino del 0,5% más rico de la Argentina, evaluó el senador que propone coparticipar lo recaudado por esa vía.