El precandidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, repartió este domingo de elecciones entre su círculo más íntimo familiar y de amistades y el monitoreo de las alternativas de la jornada electoral con candidatos y referentes políticos de todo el país.
Mientras el ministro de Economía y su equipo político estuvieron monitoreando los comicios desde la primera hora y durante todo el día, Cristina Kirchner siguió la marcha del proceso electoral desde Río Gallegos, en Santa Cruz, y el presidente Alberto Fernández, desde la Quinta de Olivos.
El dirigente que enfrenta hoy un día crucial para su proyecto político votó temprano, recibió en su casa al gobernador Axel Kicillof y al diputado Leandro Santoro -candidatos en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires- analizó con su equipo la marcha de los comicios y luego cumplió la cábala de almorzar con su familia para, posteriormente, regresar a su casa de Rincón de Milberg, en el partido bonaerense de Tigre.
Según pudo saber un medio, el ministro de Economía tenía previsto ir al búnker del oficialismo, ubicado en la avenida Corrientes, en el barrio de Chacarita, al anochecer, una vez concluida la votación, en principio pasadas las 20.
En un día cruzado por la ansiedad, debido a la difícil competencia que enfrenta la coalición oficialista de Unión por la Patria con Juntos por el Cambio y la irrupción de la candidatura del libertario Javier Milei, el ministro/candidato buscó mostrar un mensaje de “tranquilidad y confianza” y resaltó el orden con el que se realizaron las elecciones en todo el país y se interiorizó sobre la situación de la ciudad de Buenos Aires.
Massa se levantó bien temprano, tomó mates con Malena Galmarini -que también es candidata, en este caso a intendente de Tigre- y se fue a la escuela en la que le tocaba votar. Lo hizo después de las 8 de la mañana, en Alvear y Chacabuco. Desde ahí, con la bandera argentina de fondo, Massa planteó la importancia de que la gente fuera a votar, “en paz y con tranquilidad, que participe y que tengamos la oportunidad a lo largo de todo el país de escuchar lo que la gente nos va diciendo en la urna”.
El precandidato de Unión por la Patria también destacó que las PASO son “un primer paso; cada fuerza política va a definir a sus candidatos. Tenemos una buena expectativa”. “Quiero agradecerles a todos los que a lo largo y a lo ancho del país están siendo autoridades de mesa, fiscales, fuerzas de seguridad, que de alguna manera están permitiendo poner en marcha la votación en un día tan importante”, agregó. Luego, acompañó a su esposa a votar.
Fue el inicio de un día largo -y que promete extenderse hasta bien entrada la madrugada- en el que se mezclaron la política y las tradiciones familiares. Anoche, Massa compartió un encuentro con sus amigos del Colegio Agustiniano del partido bonaerense de San Martín. Este mediodía, en otra cábala que repite en cada elección, Massa almorzó la lasaña que prepara Lucy, su mamá, inmigrante italiana. Estuvo con su familia paterna, con Malena y sus hijos, antes de regresar a su casa de Tigre, desde donde siguió en contacto con los referentes territoriales para recibir informes sobre cómo se venía desarrollando la elección.
Por la mañana, el precandidato a presidente recibió en su casa a Kicillof y Santoro. El dirigente porteño le informó sobre los acontecimientos que ocurrieron en la ciudad de Buenos Aires, donde hubo demoras y fallas con las máquinas para votar. Luego, desde su cuenta de Twitter retuiteó el crítico mensaje que publicó Santoro.
“Hay mucha tranquilidad. Se votó en orden y la participación está en buenos niveles”, explicaron en Unión por la Patria, donde había un cauteloso optimismo por los resultados de las PASO más inciertas desde que se puso en vigencia el sistema de selección abierta y obligatoria de los candidatos de los partidos.