La contracara del boom de la producción de la cuenca neuquina revela graves fallas de seguridad de los trabajadores y ambiental, problemas críticos de infraestructura para desplegar el potencial de la cuenca y ausencia de servicios básicos para la población local.
Un oscuro lado B del “Texas argentino” que volvió al centro de la escena por el trágico accidente de un operario que perdió un brazo.
“Cansados de los accidentes trágicos que cuestan vidas o dejan trabajadores mutilados y ante la ausencia de respuestas de parte de las empresas y del Gobierno Nacional para poner fin a esta situación, decidimos poner en marcha un plan de lucha”, indicaron desde el gremio de petroleros que lidera Marcelo Rucci.
Hace menos de dos semanas murió un operario en un accidente de tránsito, lo que desembocó en una reunión que pidió petroleros con Gabriel Katopodis, ministro de Obra Pública. Es que las rutas de acceso al yacimiento están colapsadas y generan embotellamientos de horas. Una situación increíble: el mismo gobierno que promociona el boom de Vaca Muerta no planificó la más elemental infraestructura para darle salida organizada a esa producción que promociona.
Cansados de los accidentes trágicos que cuestan vidas o dejan trabajadores mutilados y ante la ausencia de respuestas de parte de las empresas y del Gobierno Nacional para poner fin a esta situación, decidimos poner en marcha un plan de lucha.
Rucci confirmó que “las rutas están totalmente colapsadas” y planteó una demanda tan básica que alarma: “Por ahí no se ve desde el gobierno central la necesidad para que justamente haya un desarrollo como corresponde en Vaca Muerta».
En el pueblo de Añelo, corazón de Vaca Muerta, los signos de tensión son claros: al lado de las rutas por las que cientos de camiones circulan diariamente, los caminos de ripio permanecen sin pavimentar y muchas de sus casas precarias, construidas apresuradamente, no cuentan con servicios de cloacas ni de agua potable. A su vez eso resulta un obstáculo para atraer nuevos trabajadores a la ciudad.
“La situación de Añelo está a punto de colapsar”, dijo el intendente Milton Morales, en referencia a la falta de infraestructura de su ciudad, que quintuplicó su población a unos 9.000 habitantes en los últimos cinco años.
“Es irrisorio estar hablando de la potencialidad del desarrollo de Vaca Muerta y las proyecciones que generan los yacimientos que tenemos a espaldas de nuestra localidad, y pensar que Añelo hoy tiene 700 familias sin gas”, agregó Morales en una entrevista con la agencia Reuters.
En el pueblo de Añelo, corazón de Vaca Muerta, los signos de tensión son claros: al lado de las rutas por las que cientos de camiones circulan diariamente, los caminos de ripio permanecen sin pavimentar y muchas de sus casas precarias, construidas apresuradamente, no cuentan con servicios de cloacas ni de agua potable.
Respecto a la actividad, Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, advierte que “para la cantidad de actividad que va a haber en la zona de Vaca Muerta, no alcanzan los sets de fractura que tenemos hoy en el país”.
Desde la industria destacan como problema principal la falta de dólares. “Hoy Vaca Muerta está en riesgo de continuar con su producción porque no existen dólares suficientes para que las PyMes, las empresas de servicios petroleros, puedan traer los insumos que necesitan”, sostuvo Juan José Aranguren, ex ministro de Energía de Macri.
Luciana Glezer.