Patricia Bullrich no tiene dudas sobre su candidato a vicepresidente: será un radical. Lo confirmó en reiteradas oportunidades de forma pública y privada. Sin embargo, luego de haber elegido a su postulante a la gobernación bonaerense (Néstor Grindetti), la fecha para el cierre de listas se aproxima y algunos de los correligionarios que tenía anotados ya se bajaron para pelear en sus propios territorios. Los tiempos apremian pero la ex ministra de Seguridad también observa los pasos de su rival, Horacio Rodríguez Larreta, quien también busca una fórmula mixta que represente su alianza con Gerardo Morales y Martín Lousteau.
A principios de mes, durante una entrevista televisiva Bullrich contestó como “verdadero” que su compañero a la vicepresidencia será un “radical del interior”. Desde el inicio de su campaña, el correligionario que más fuerte sonaba era Alfredo Cornejo, enfrentado con Gerardo Morales y uno de los promotores de las fórmulas cruzadas entre la UCR y el PRO. Sin embargo, tuvo que bajarse para postularse para gobernador de Mendoza ante la amenaza de Omar De Marchi de romper Juntos por el Cambio. Pese a que en su provincia las elecciones se realizarán el próximo 11 de junio, en su entorno descartan que sea posible la postulación a ambas candidaturas.
En los últimos días comenzó a tomar fuerza el nombre de Luis Naidenoff. El formoseño es un aliado del gobernador Gustavo Valdés, con quien compartieron la foto en la Fiesta de la Vendimia. Además de asesorar a su actual pareja Carolina Losada, quien formalizó su candidatura para la gobernación de Santa Fe, el senador está enfocado en lograr la unidad de la oposición en su provincia para enfrentar a Gildo Insfrán.
De todos modos, los ojos de Bullrich no salen de Mendoza. Según pudo reconstruir un medio, Ernesto Sanz recibió la oferta en reiteradas oportunidades. El socio fundador de Cambiemos -junto con Mauricio Macri y Elisa Carrió- reúne varias cualidades: tiene influencia en varios armados electorales en el interior del país y podría garantizar un Senado ordenado, en caso de llegar al poder. Pese a las diferencias y críticas que recibe de parte de sus correligionarios adversarios, todos le reconocen su capacidad como estratega político y de negociación en un Parlamento conflictivo, como el que se avecina.
Quienes comparten mesas de café con Sanz lo descartan por completo como candidato a vicepresidente. Su postura es inflexible. De hecho, hace unos meses cuando versiones periodísticas deban por hecho su acompañamiento a Bullrich, el propio mendocino eligió sus redes sociales para expresar: “Ante algunas versiones que circularon durante el día de hoy, me veo en la obligación de aclarar que no estoy involucrado en ninguna discusión vinculada a una precandidatura para las próximas elecciones”.
Además de su trabajo como abogado, Sanz está enfocado a impulsar a los dirigentes que representan la renovación de la UCR, entre ellos, Maximiliano Abad y Carolina Losada. Tampoco pierde de vista el armado de su provincia, donde pasa la mayor parte de sus días. Sus allegados transmiten su visión sobre los requisitos que debe tener la fórmula presidencial: tiene que representar a la juventud.
Pero Bullrich mantiene su interés en el territorio vitivinícolo. Allí donde logró la foto con los radicales en la Fiesta de la Vendimia que terminó de formalizar la interna de Juntos por el Cambio. “Allá queda un radical desempleado”, bromearon los bullrichistas en diálogo con Infobae en referencia a Rodolfo Suárez, el gobernador saliente. Sería una opción a tono con el acuerdo que hicieron en la provincia, donde Cornejo impulsó su fórmula con Hebe Casado, una mujer muy cercana a la precandidata a presidenta. De hecho, la propia Bullrich la describió como la “persona indicada para acompañar a Alfredo”, porque “siempre estuvo al lado nuestro, es parte del equipo desde el primer minuto”.
Los radicales que quedaron en el camino
“Podría ser algún gobernador joven de la zona del Litoral”, sugirieron a este medio en el equipo de Bullrich semanas atrás y todas las miradas apuntaron a Gustavo Valdés. El correntino fue reelegido en su provincia el año pasado con más del 76,76% de los votos y, en los últimos meses, se convirtió en el referente de los radicales enfrentados con las autoridades de la UCR por la alianza que sellaron con Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, fue uno de los impulsores de la foto en la Fiesta de la Vendimia.
“Gustavo no va a dejar la gobernación para ser vicepresidente”, aclararon. Además, su entorno recuerdan que en reiteradas oportunidades brindó discursos en los que dijo que los correntinos “tienen que encabezar, no ser segundos”. Valdés es uno de los pocos correligionarios con buen vínculo con Mauricio Macri. El ex presidente descarta de plano la idea construir un gobierno de coalición pero valora a los dirigentes que representan la renovación del partido centenario.
Otro de los radicales que mantiene una relación estrecha con Macri es Rodrigo de Loredo. Luego de bajarse de bajarse de la candidatura a la gobernación de Córdoba y darle paso a Luis Juez, el referente de Evolución decidió ir por la intendencia de la ciudad capital. Aunque en la última visita que hizo Bullrich a la provincia no retomaron la propuesta de sumarlo como vicepresidente, su nombre era uno de los que sonaba entre los referentes de Juntos por el Cambios por su buena medición en las encuestas y porque tiene el visto bueno del ex presidente.
Carolina Losada recibió varias propuestas del PRO pero, al menos oficialmente, ninguna de parte de Bullrich. Sin embargo, los armadores de la ex ministra de Seguridad han reconocido a un medio que encargaron encuestas para medir entre los argentinos cómo impactaría una fórmula presidencial de mujeres pero los resultados no fueron alentadores.