A pesar del rechazo de Sergio Massa y de la línea política de la compañía, YPF aumentó este miércoles otro 4% el precio de las naftas y le mete más presión a la inflación de mayo, que amenaza con acercarse a las dos cifras.
La petrolera estatal informó que aplicó un aumento del precio de sus combustibles de “un 4% promedio país por tipo y grado de combustible”. Horas antes lo mismo había informado la compañía Puma y se espera que lo sigan el resto de las empresas del sector.
Se trata de una suba que está en el marco de lo acordado con las Secretarías de Energía y de Comercio en el marco del programa Precios Justos, que estableció una pauta del 4% mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto.
No obstante, el aumento de este mes se demoró dos días por un fuerte debate interno en el Gobierno e YPF por la conveniencia de aplicar una suba que tiene repercusión en el resto de la economía y que agrava la disparada de la inflación.
Massa venía trabajando con la línea política de YPF, que lidera Pablo González, para postergar el aumento de mayo, lo que en el mercado se interpretaba como un intento de congelamiento de los precios.
Como contó un medio, en ese marco se dieron las declaraciones del CFO de YPF, Alejandro Lew, quien dijo a inversores de la compañía que “no es necesario otro aumento de combustibles, porque los precios están en paridad” con los internacionales.
La línea técnica de YPF se oponía a este freno de los precios y a través de analistas del sector energético que se oponen al gobierno salieron a agitar el fantasma de la parálisis de las inversiones en Vaca Muerta.
Finalmente se impuso la postura de la línea técnica de la compañía, respaldada por el sector privado, y los combustibles mantendrán el ritmo del 4% de aumento mensual. Si bien ese número está bastante por debajo del ritmo de suba del IPC, en el Gobierno buscaban un ancla para tratar de moderar la disparada de mayo.