Para conjugar el presente con los estilos y materialidades de otra época resulta vital no borrar la historia. Con esa premisa, pero también con el propósito de restaurar una estructura sólida, rica en estilo y tradición, el otrora edificio de la célebre Editorial Atlántida, ubicado en Azopardo (579) y México, será reconvertido en un desarrollo comercial y residencial, y tendrá departamentos y más de 7.000 m2 que se sumarán a los casi 9.500 originales.
En lineamiento con la puesta en valor de esta zona de la Ciudad contigua a Puerto Madero y a San Telmo, y con conexión directa con el Microcentro e importantes accesos a la Ciudad de Buenos Aires, Grand Atlántida pretende ser un copete –aprovechando la analogía– que sintetiza el estilo de una época, se abre a una propuesta rupturista y conserva, cual homenaje, detalles como, por ejemplo, su fachada histórica.
Ese es el caso de su “patio interno del piano nobile, con sus pisos de damero; también de la estructura de pilastras y de las vigas que enmarcan un intrincado vitraux en el techo”, según describen los responsables del proyecto, para que compatibilicen con una estructura contemporánea que pueda mantener vivo el capital patrimonial y arquitectónico.
Las unidades que se reciclarán están en los u$s3.000 el m2 y las que se emplazarán en la parte nueva, unos u$s2.300
Departamentos de entre u$s2.300 y u$s3.000 el m2
Inmersa en una zona de una heterogénea oferta gastronómica, entretenimiento y cultura, a los 5 pisos (más planta baja y subsuelo) de la estructura existente se le adicionará “un segundo subsuelo y seis pisos más más con otro tipo de arquitectura, que, a su vez, coexistirá con la clásica”, detalla Natalia Argarate, bróker de Emprendimientos en Toribio Achával, encargados de la comercialización.
Y como el trabajo actual, según sus desarrolladores, necesita de espacios flexibles y dinámicos que se adapten a cada coyuntura, habrá 9 oficinas que formarán parte de este inmueble de uso mixto –pensadas para lograr el máximo nivel de productividad–; como, asimismo, 3 locales comerciales que darán a la calle. Sin ir más lejos, en este espacio, posiblemente la misma Editorial Atlántida tenga un hub creativo con el fin de poder generar materiales audiovisuales.
Todavía en etapa de prelanzamiento, Grand Atlántida contempla 61 residencias que suman 16.348 m2 cuyas tipologías oscilan entre 11 monoambientes de 43 a 56 m2, 10 dúplex con una habitación que van de los 66 a los 126 m2, 3 dúplex de tres ambientes de 136 a 265 m2 y 26 unidades de 130 a 161 m2. La forma de pago es con un anticipo del 30% y un 70% pesificado en 25 cuotas actualizadas por índice CAC.
El desarrollo tendrá 9 oficinas que formarán parte de este inmueble de uso mixto
Y aunque aún es prematuro hablar de valores, como referencia, “las unidades que se reciclarán hoy están en el orden de los u$s3.000 el m2 y las que se emplazarán en la parte nueva, unos u$s2.300, promedio”, informa Argarate.
Con fecha de entrega a mediados de 2025, los 1.224 m2 de amenities que completarán el edificio buscan un balance que transforme cada espacio compartido en momentos de pure disfrute, con sala de entrenamiento, gimnasio, workspace y media room, en el piso tres; guest room (piso cinco); portón automático de ingreso a las cocheras (solo podrán comprar, a u$s45.000, los que adquieran una unidad de 3 ambientes), con dispositivo de carga para autos eléctricos, montacoches, parking para bicicletas y pet friendly laundry, en el subsuelo.
Como un roof top en la azotea, espacio donde también se emplazará la piscina. Pero el diferencial lo marca la biblioteca histórica de la editorial que será para uso exclusivo de sus residentes, con una member´s club con acceso especial a muestras y eventos.
Un testigo con mucha historia (impresa)
Espectadora de privilegio de la historia argentina moderna, y no tanto, debido a sus casi 120 años de vida, el “relato” de la Editorial Atlántida comenzó cuando el periodista uruguayo Constancio Vigil fundó las revistas infantiles “Pulgarcito”, “Germinal” y el exitoso semanario “Mundo Argentino”, que en su momento acompañaron a los distintos rangos etarios. Desde los comienzos de otro éxito perdurable como “Para ti”, pasando por los años dorados de revista “Gente”, hasta la actualidad, la casa editora se convirtió en una gran vidriera de la actualidad nacional.
Y ante semejante hito cultural, este emprendimiento promete “volver a darle vida a esos espacios (…) porque su historia merece ser recordada con respeto, impulsándola hacia un porvenir, como un homenaje que se vive en cada rincón”, aseguran sus constructores.
El distintivo edificio de la calle Azopardo por donde circularon cientos de camiones durante miles de madrugadas para repartir cada una de las publicaciones de este medio en los kioscos de todo el país pretende recobrar su intensidad, crear “nuevos espacios para concretar una propuesta atemporal, de fuerte personalidad”, con el fin de acompañar la reconversión, pospandemia, de una de las zonas más golpeadas, pero de las más importantes de la Capital Federal.