El peronista Martín Llaryora se dio el gustó de abrir una crisis de magnitud en Juntos por el Cambio con dos jugadas simultáneas: ofreció la candidatura a la vicegoberbación a la radical Myriam Prunotto, un movimiento esperado; y la candidatura a viceintendente a Javier Pretto, que hasta este mismo viernes era el presidente del PRO.
La jugada de Pretto, metió a Juntos en una crisis tan profunda que desde Buenos Aires Patricia Bullrich amenazó con intervenir la filial local del PRO, olvidando que en lo formal ya no es presidenta del partido, que ahora quedó en manos del santafesino Federico Angelini, su armador en el interior.
El pase de Pretto fue tan intempestivo que en el curso de unas horas borró de su perfil que era presidente del PRO y luego lo repuso, cuando los peronistas le dijeron que no sea torpe, que lo que suma de su incorporación es que se sepa que es del PRO. Al final, lo dejó un rato y luego lo borró de nuevo.
Pretto, un hombre de Rodríguez Larreta, acordó integrar la fórmula para la intendencia de la ciudad de Córdoba con el actual viceintendente Daniel Passerini. Aunque falta un mes para el cierre de lista en la capital cordobesa, el peronismo anunció este viernes la jugada, que tuvo la bendición de Juan Schiaretti.
El pase de Pretto fue tan intempestivo que en el curso de unas horas borró de su perfil que era presidente del PRO y luego lo repuso, cuando los peronistas le dijeron que no sea torpe, que lo que suma de su incorporación es que se sepa que es del PRO. Al final lo dejó un rato y luego lo borró de nuevo.
La fuga de Pretto se da sobre el cierre de listas provinciales de Juntos por el Cambio, que todavía no encuentra compañero de fórmula para Luis Juez. Como se recordará, Rodrigo de Loredo decidió jugar la intendencia y descalzó a Juez de la fórmula para la Gobernación.
El PRO debió ratificar su pertenencia a Juntos por el Cambio y sus principales dirigentes calificaron la jugada de Pretto como “individual” y “ajena a lo colectivo”. Durante las últimas horas, Patricia Bullrich amagó con intervenir el partido en Córdoba, pero la dirigencia local parecía contener la avanzada.
En un comunicado, el PRO dijo que trabajará “denodadamente para gobernar la ciudad de Córdoba, y para gobernar cada pueblo, nuestra provincia y recuperar la República Argentina”. El orden de prioridades llamó la atención, pero los redactores aseguraron que se debió a la premura de la redacción. Es que la fuga de Pretto es la frutilla que condensa las sospechas de un vaciamiento de la candidatura de Luis Juez a la gobernación, resistido por Macri.
Avalado por Horacio, Pretto venía promocionándose como viceintendente de la ciudad de Córdoba en la fórmula que encabezará Rodrigo de Loredo. En los últimos días, el radical dio señales de que se inclinaría por la macrista Soher El Sukaria. Pretto sintió el frío y aceptó la invitación que semanas atrás le había formulado Martín Llaryora.
En un comunicado, el PRO dijo que trabajará “denodadamente para gobernar la ciudad de Córdoba, y para gobernar cada pueblo, nuestra provincia y recuperar la República Argentina”. El orden de prioridades llamó la atención, pero los redactores aseguraron que se debió a la premura de la redacción.
Los detalles del pase se cerraron en la madrugada de este viernes. Al caer la tarde del viernes, Juan Schiaretti llegó a la Municipalidad de Córdoba donde lo esperaban Llaryora, Passerini y sus respectivos copilotos: la radical Myrian Prunotto y el larretista Javier Pretto.
En el peronismo admiten que ninguno aporta contundencia electoral. La cuenta que hacen es otra: ambos serán ambulancias de los heridos que dejará el cierre de listas de Juntos por el Cambio, una verdadera picadora de carne porque ante la falta de internas, las candidaturas provinciales y de 217 ciudades del interior se definen en una mesa política.